El directorio de YPF aprobó por unanimidad desprenderse de yacimientos de baja producción, los denominados “maduros”, dado que no le resultan rentables a la petrolera.

Son 55 áreas de explotación convencional, ubicadas en zonas fuera de Vaca Muerta, según se indicó en un comunicado.

Tras evaluar esos activos, la petrolera determinó que esos campos estaban sobrevaluados en el balance, por lo que ajustó a la baja el valor contable de esos pozos en US$1800 millones.

“Básicamente la gestión anterior escondió pérdidas por 1800 millones de dólares, invirtiendo en áreas (entre ellas Santa Cruz) donde el costo es mayor a la ganancia, el balance solo se sostiene porque existe Vaca Muerta que compensa”, argumentaron fuentes de la empresa.

A partir de la decisión de desprenderse de áreas maduras, YPF explicó que busca optimizar su cartera de campos convencionales “con el objetivo de realizar una asignación eficiente del capital que priorice activos de escala que aporten mayor rentabilidad y resiliencia ante distintos escenarios”.

Los campos seleccionados serán vendidos o su concesión será devuelta a la provincia correspondiente. La compañía priorizará la explotación de campos no convencionales.

Los “yacimientos maduros” son aquellos que ya pasaron su pico “óptimo de producción”, se remarca en el comunicado.

“Las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por operadores más pequeños que puedan dar continuidad a la actividad”, ampliaron las fuentes.