Al menos diez personas, la mayoría niños y adolescentes, murieron este sábado tras la caída de un proyectil disparado desde el Líbano contra la ciudad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados Israel, según confirmó a EFE el servicio de emergencia israelí Magen David Amon (MDA).

Además, otras treinta personas, algunas de ellas en estado crítico, resultaron heridas, confirmaron estas mismas fuentes, después de un ataque masivo con cohetes desde el Líbano, que Israel atribuyó enseguida al grupo Hezbollah, que negó su responsabilidad.

Diversos equipos del servicio de emergencia MDA, ambulancias y helicópteros de evacuación médica se trasladaron rápidamente al lugar de los hechos para atender a las víctimas.

"Fuimos testigos de una gran destrucción cuando llegamos al campo de fútbol, así como de objetos que estaban en llamas. Había víctimas en el césped y la escena era espantosa, inmediatamente comenzamos a tratar a los heridos y algunos fueron evacuados a clínicas locales", relató uno de los médicos del MDA.

Las alarmas antiaéreas, según agregó este médico, siguieron sonando mientras los equipos de emergencia israelíes prestaban atención médica a los heridos.

Además, un equipo de expertos en desactivación de bombas de la Policía israelí del distrito norte seguían por la tarde inspeccionado y asegurando la zona de los Altos del Golán donde han caído "múltiples municiones para eliminar cualquier riesgo adicional", según detallaron en un comunicado.

"La organización terrorista Hezbollah está detrás del lanzamiento de un cohete contra un campo de fútbol que causó múltiples víctimas civiles, incluidos niños, esta tarde", indicó el Ejército israelí en un comunicado.

Pero el grupo shiíta rechazó enfáticamente la acusación: "La Resistencia Islámica en el Líbano desmiente categóricamente las acusaciones vertidas por algunos medios de comunicación enemigos y diversas plataformas mediáticas sobre la acción que tuvo como objetivo Majdal Shams", dijo en un escueto comunicado a través de sus canales oficiales.