Rosario Central le ganó por 2-0 a Estudiantes en el Gigante de Arroyito y se clasificó a los cuartos de final del Torneo Apertura.

Un verdadero partidazo en la ciudad de Santa Fe que tuvo fútbol y mantuvo en vilo a los hinchas durante todo el encuentro.

Ambos goles sorprendieron a los 43 y 50 mintuos del segundo tiempo, de la mano de Carlos Quintana y Jaminton Campaz.

Una verdadera tarde de fútbol terminó en una clasificación agónica para el mejor equipo del grupo B de la competencia local. Un primer tiempo que ya antecedía un juego peleado, disputado y con chances para ambos.

El Canalla arrancó mejor, con más confianza. Intentó con Santiago López adelante, y no dependió tanto de Enzo Copetti. Creó buenas conexiones con Lautaro Giaccone para los ataques, de buen partido pero que tuvo que salir después de perder dos pelotas y arriesgar en el fondo.

El ex Independiente fue de los mejores, pero se fue reemplazado en el segundo tiempo por Jaminton Campaz, quien iba a ser una pieza clave más adelante.

Por el lado del Pincha se destacó Guido Carrillo, que siempre estaba donde tenía que estar y tuvo algunas chances claras. Pero para su mala suerte, se lesionó y tuvo que abandonar la cancha. Fue una falta que se sufrió hasta el final.

Santiago Ascacibar fue correcto, acompañó y tuvo una marca constante a Ignacio Malcorra, que no pudo desbordar demasiado. Estudiantes apostó a presionar, pero no creó demasiado.

Los arqueros fueron importantes para llevar tranquilidad en los ataques sorpresivos, que podrían haber dado ventaja debido a las desinteligencias defensivas.

Tanto Matías Mansilla como Jorge Fatura Brown fueron correctos y no defraudaron.

La desconcentración parecía ser determinante en ambos lados por la activa atención de ir a buscar el ataque rápido, por lo que el partido se volvió de ida y vuelta.

Y como tiene que ser en un encuentro que no rompe el cero, apareció la pelota parada para ser la mano salvadora de Central.

Tiro libre de Malcorra y cabezazo de Carlos Quintana para el 1-0 a los 87 minutos, cuando parecía que se definía todo por penales.

Envalentonado por liquidar la serie, con un Estudiantes golpeado y afectado con la baja de su delantero, Campaz hizo valer su ingreso. Mansilla se vistió de héroe y sacó dos pelotazos: el primero de Tomás O'Connor y el otro del colombiano.

Pero agarró el rebote y pateó de nuevo para que esta vez el arquero pincharrata no tenga chance. 2-0 y explosión en el Gigante de Arroyito. Ahora, esperará por el ganador de Huracán y Riestra en los cuartos de final.