Murió Salgado, el fotógrafo de los dramas del mundo
Sus imágenes en blanco y negro de guerras, y conflictos como el genocidio de Ruanda, representan la memoria de las injusticias del planeta
25 de mayo de 2025
Murió Sebastião Salgado, el fotógrafo brasileño considerado uno de los grandes documentalistas de la injusticia global. A los 81 años, se preparaba para una gran muestra de su arte, pero no la pudo concretar. Será un homenaje póstumo.
Sus fotos en blanco y negro de guerras, conflictos como el genocidio de Ruanda y luego, la foresta amazónica, marcaron su obra y su evolución.
Su muerte fue anunciada por la Academie de Beaux Arts francesa, a la que pertenecía, y que lo despidió con la siguiente frase: "Gran testigo de la condición humana y del estado del planeta".
Sus fotos en blanco y negro de guerras, conflictos como el genocidio de Ruanda y luego, la foresta amazónica marcaron su obra y su evolución.
Este maestro franco brasileño murió en París, rodeado por su familia.
Había nacido en 1944 en Aimorés, Minas Gerais, Brasil. El único hijo varón de una rica familia minera de ocho hijos, estudió economía y econometría en la universidad de San Pablo. Militó en las Juventudes Comunistas y fue forzado a huir de Brasil durante la dictadura en 1969, con su esposa Leila. Recién regresó a Brasil en 1979, tras la amnistía.
Después de estudiar economía en la Universidad de São Paulo y en la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, se unió a la Organización Internacional del Café (OCI), con sede en Londres.
“Llevé mi cámara a mis investigaciones. Me di cuenta de que las imágenes me proporcionaban diez veces más placer que los informes económicos. Empecé a ver el mundo de otra manera, a través del visor y del contacto directo con la gente. De hecho, seguí haciendo lo mismo: plasmar la realidad”, dijo cuando le preguntaron por el cambio de profesión.
Como economista y viajando a todos los lugares del mundo, descubrió la fotografía junto a Leila Wanik Salgado, brasileña como el, arquitecta y la madre de sus dos hijos, Juliano y Rodrigo.
En 1973 dejó su trabajo en Londres para ser fotógrafo y comenzar a recorrer el mundo. Se instalaron en Paris, en un departamento en el boulevard Voltaire, en el este de la ciudad. Autodidacta pero amigo de Cartier Bresson, en 1994 trabajó con las agencias Sygma, Gamma y Magnum Photos. Fundó la agencia Amazon Images con su esposa y patrocinadora, la infatigable Lélia Wanick Salgado.
De 1977 a 1984, Salgado viajó por América Latina. Antes del mundial de fútbol de 1978, llegó a Buenos Aires para la agencia Gamma. Buscó los familiares de los “desaparecidos”, a donde ,según sus datos, estaban los campos de concentración ocultos y reflejó el sufrimiento de las familias, la incertidumbre y el miedo. Fotografió el tema, que era un tabú en la Argentina de entonces en la mayoría de la población. Recorrió sus pueblos, su Pampa húmeda, visitó a los ricos y a los pobres, recuerda María Laura Avignolo, corresponsal en Francia de Clarín.
Uno de sus grandes trabajos fue en Brasil, con unos de sus más emocionantes reportajes, que tituló “La Mina de Oro de Sierra Pelada”. Con sus bíblicas fotos, describió las condiciones de trabajo a los que eran sometidos los mineros.
Visitó los pueblos de montaña más inaccesibles. Los países más pobres. Sus pueblos más aislados. Las últimas fotografías fueron publicadas en el libro Otras Américas, en 1986. Ese año inició otro proyecto dedicado al sistema de producción global. Se interesó por la evolución del trabajo manual. La mano del hombre, obra que recoge los frutos de estos viajes, se publicará en 1993.
Al año siguiente, Salgado se interesa por el incremento de las migraciones humanas, provocado por los acontecimientos políticos de la época. Éxodos, el libro de los reunidos, se publicó en el año 2000, al igual que Los hijos del Éxodo, que describe el destino de estos niños en estas publicaciones.
Su vida no estuvo exenta de polémica: la crítica Susan Sontag lo acusó de “utilizar de manera cínica y comercial la miseria humana”. y se interrogó sobre “la inautenticidad de la obra de Salgado”.
Entre 2004 y 2012, Salgado creó una obra monumental titulada Génesis, compuesta por diferentes series de fotografías, en blanco y negro , de paisajes, fauna, flora y comunidades humanas, que conviven con las tradiciones y culturas ancestrales.
En 2014, la película La sal de la tierra, dirigida por Wim Wenders y su hijo, Juliano Ribeiro Salgado, presentó la obra y el trabajo del artista. Ganaron premios en Cannes y en los Caesars.
En febrero del 2024, Sebastiao anunció su retiro. Ya había visitado 120 países, lejos de la familia, viajando todo el año. Con la salud debilitada por la malaria que había contraído en Indonesia en el 2010 y afectado por la explosión de una mina en Mozambique, el deseaba dejar de viajar nueve meses al año, como venía haciendo desde 1973, y dedicarse a la edición de su obra monumental.
El preveía publicar una exposición de toda su obra, aún la inédita, para la COP30, a fin del año 2025, en Brasil. Una muestra que se convertirá en su homenaje póstumo.