Las restricciones al ingreso de autos de lujo por parte del gobierno argentino tuvo su impacto sobre el Salón de Automóvil.

Marcas como BMW, Mitsubishi, Kia, Land Rover o Volvo están ausentes en el 5to Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires, una de las pocas exposiciones de nivel internacional que se desarrollan en la Argentina y que tiene lugar en el predio de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

La explicación para la deserción de tantas marcas en momentos en que el mercado argentino se apresta a un nuevo record de ventas de casi 800 mil autos al año, son los planes ideados por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para compensar importaciones con exportaciones. Mientras la modelo Sofía Zámolo posaba al lado de una Alfa Romeo Spider, un analista del mercado automotriz explicaba que la mayoría de las marcas del segmento premium no estaba dispuesta a invertir los entre 300 mil y 500 mil dólares necesarios para estar en el Salón si después tienen problemas para desarrollar su negocio.

Se trata de aquellos que no fabrican en el país y que están obligados a vender desde vinos hasta maníes para poder compensar los dolares que sacan del país con sus importaciones.

La responsable de operaciones de Alfa, Carolina Belcastro, explicó que tuvieron que poner en marcha una destiladora de biodiesel en Pilar para poder seguir importando y reconoció que "no es fácil para una firma que desarrolla un negocio tener que hacer otro".

El Salón del Automóvil sirve de plataforma de lanzamiento de nuevos modelos que las terminales presentan en el mercado.