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Huracán cerró el año con un triunfo ante le "rojo"
13 de diciembre de 2010
Los noventa y monedas de minutos que se jugaron en Parque de los Patricios fueron un fiel reflejo de la posición que ocupan ambos en el torneo local.

Faltaron ideas y emociones. Solo hubo una a favor de Huracán, que le alcanzó para vencer a Independiente por 1-0 y salir del fondo de la tabla.

En la primera parte, sobró fricción y faltó juego. Huracán intentó un poco más que Independiente, aunque no logró quebrar el cero y abrir el marcador.

El Rojo, por su parte, decidió esperar en su propio campo y apeló a alguna jugada de contra.

El área que custodia Adrián Gabbarini se vio repleta de centros. Hubo un sinfín de cabezazos que se fueron lejos.

En los primeros 45 minutos, entonces, el Globo mereció más. Pero la justicia en el fútbol no existe y ambos se fueron al descanso con un cero gigante.

De golpe aparecieron las emociones en el duelo. Bah, para ser del todo correcto, la emoción.

Al minuto de juego, Guillermo Roffes puso el grito en el cielo y convirtió el 1-0 para Huracán, que cortaba una racha de siete partidos sin alegrías. El Rojo, mientras tanto, seguía en su siesta eterna y no lograba ni despertarse después del baldazo de agua fría.

El escenario no se modificaba: Huracán atacaba e iba en busca del segundo gol mientras que Independiente esperaba en su campo como si la ventaja estuviera a su favor.

El partido del Rojo no llamaba la atención. Era una imagen de lo que fue todo el torneo: tibio, sin ideas.

Fueron pocos los intentos del conjunto de Antonio Mohamed. Andrés Silvera esperaba solo arriba. Pero la pelota nunca llegó.

Y careció de ideas para arrimarse al arco que defendía Monzón.

El Globo, entonces, se dio el gusto de terminar con una sonrisa un año para el olvido.

Así, sumó tres puntos de oro ante su gente y hundió a un Independiente que se quedó sin energía en el torneo local luego de obtener la Copa Sudamericana y pasó a ocupar el último puesto. Y, aunque se acordó tarde, levantó vuelo.