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19 de abril de 2024
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Luis D'Elía, crónica del profesor ausente durante 20 años
Hace dos décadas que no ejerce, pero mantiene cargo y sueldo. En la escuela donde debería trabajar dicen que "le tienen miedo". Los detalles del docente sin aula
28 de abril de 2008
Curiosidades de esta Argentina, a veces desprolija y otras tantas, injusta con tantos docentes, en este caso en particular. ¿Que dirá cualquier maestro que todos los días cumple con su trabajo, cuando se entera que, nada más y nada menos Luis D´Elía hace 20 años que cobra como profesor, pero sólo ejerció 4 años?

La foja de servicios docentes de Luis D’Elía tiene sólo una página. Desde que debutó como maestro de grado, el 16 de marzo de 1981, dio clases de manera intermitente durante 4 años, 8 meses y 28 días. La última vez fue el 28 de febrero de 1988. Hace más de 20 años, relata una investigación del diario LA NACIÓN publicada este lunes.

De todas maneras, D’Elía conserva un cargo como maestro titular en la escuela N° 188 de La Matanza, puesto que consiguió en 1992, cuando ya se había alejado de las aulas y daba sus primeros pasos como funcionario. Una curiosidad del ex piquetero, que siempre pide que lo llamen profesor. Durante dos décadas, empleos en ministerios, cargos electivos y algunos contactos políticos le permitieron sostener la titularidad docente, aunque sin alumno alguno a su cargo.

En noviembre de 2006, cuando Néstor Kirchner lo echó de la Subsecretaría de Tierras por apoyar a Irán en el caso AMIA, D’Elía recibió ayuda para atenuar el exilio administrativo y no volver a la docencia: Fernando Navarro, entonces jefe de los diputados bonaerenses del Frente para la Victoria, solicitó un “orden técnico” en la Dirección de Cultura y Educación. Es un trámite que habilita a cualquier maestro a prestar servicios en otras áreas, sin dar clases, pero con el cargo y el sueldo docentes.

“No trabajó para mí, pero lo pedí porque es un líder social. Su función es destacada y reconocida”, justificó Navarro. Este año, ese “orden técnico” salió de la Legislatura y volvió a la Dirección de Cultura y Educación. Estuvo allí hasta hace unos días. “Fue dado de baja”, sorprendió el viernes el jefe de la cartera, Mario Oporto, cuando LA NACION le preguntó por la situación de D´Elía. Según el ministro, la decisión fue parte de una orden de "reducción y ahorro" en asesorías y pedidos especiales. "No es personal. Se trata de una política general", aclaró.

D Elía se enteró ayer. "¡Esto es un operativo en mi contra! Voy a reclamar. Tengo un convenio firmado con el Gobierno para coordinar 800 centros de alfabetización. Para eso es el orden técnico. No me lo van a sacar", reaccionó.

Sabe que tiene una urgencia: si no mantiene el beneficio o tramita una licencia sin goce de sueldo perderá el cargo. Salvo, claro, que vuelva a dar clases.

En ese caso, D´Elía sería por primera vez maestro en la Escuela N° 188, que funciona desde 1991 en el corazón de El Tambo, el asentamiento que él ayudó a crear luego de una recordada toma de tierras en 1986.

El jueves pasado, LA NACION quiso recorrer la escuela. "No puedo dejarlo pasar. Son órdenes de arriba", se excusó una portera antes de cerrar con ganas la ruidosa puerta de metal.

"¡Acá a Luis le tienen miedo!", se quejó después Noemí Díaz, cocinera. Eva Verón, maestra desde 1992, repetía: "Todos la conocen como la escuela de Luis, pero acá nunca dio clases".

D´Elía tiene 51 años. Hace un año que tiene edad para jubilarse, pero no puede hacerlo. La ley de previsión social pide a los docentes al menos "10 años frente a alumnos". Deberá esperar hasta 2012, cumplir 55 (la edad mínima para quienes no dan clases) y mantener el cargo.

Ahora, el líder piqueteroe stá contra la espada y al pared. Debe apurar su licencia o encontrar, ota vez la manera de seguir en el camino que lleva hace dos décadas; caso contrario deberá volver a usar el guardapolvo blanco. Lo que aún no se sabe es si lo hará para volver a ser alumno o docente.