Habrá que poner más plata, y mucha, para paliar la crisis.

Tras arduas negociaciones entre las que daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía, los líderes del G-20, incluida la presidenta Cristina Kirchner, alcanzaron hoy un acuerdo para tratar de frenar la crisis financiera internacional.

Las principales medidas acordadas incluyen una reforma del sistema financiero y un estímulo de un billón de dólares para los organismos multilaterales, según anunció el primer ministro británico, Gordon Brown.

"Este es el día en que el mundo se unió para luchar conjuntamente contra la recesión global", dijo el premier durante una intervención ante la prensa tras finalizar la cumbre.

El primer ministro británico aseguró que el G-20 lanza un mensaje claro de que "en esta era global nuestra prosperidad es indivisible" y de que "son necesarias soluciones globales a los problemas globales".

Brown dijo que "el consenso de Washington está superado" y que ha llegado "un nuevo consenso", en el que el comercio mundial debe convertirse "en un motor del crecimiento".

Los líderes de 22 países industrializados y emergentes acordaron una reforma del sistema financiero global, incluidos los hedge funds (fondos de alto riesgo), el control de las agencias de calificación y el establecimiento de un sistema internacional contable más claro.

"El secreto bancario es una cosa del pasado", subrayó Brown, quien añadió que es necesario "limpiar los bancos" para restablecer las líneas crediticias a empresas y ciudadanos, y que también habrá nuevas reglas sobre los bonos de los directivos bancarios.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicará sus recursos y recibirá 500.000 millones de dólares adicionales a los 250.000 millones ya comprometidos para este organismo, y habrá otros fondos para el Banco Mundial (BM)y el Foro de Estabilidad Financiera.

Los líderes acordaron además medidas concretas contra el proteccionismo y decidieron establecer sanciones contra los paraísos fiscales.

Miles de manifestantes antiglobalización, ecologistas, pacifistas, anarquistas y estudiantes, entre otros, iniciaron hoy un segundo día de protestas en Londres, en coincidencia con la cumbre mundial del G-20 en la capital británica.

Los activistas se concentraron hoy fuera del London Stock Exchange (LSE), sede de la Bolsa de Valores londinense, y a media mañana grupos pacifistas realizaron una "cumbre paralela".

Ayer, al menos 5000 manifestantes se congregaron en el distrito financiero de Londres, en protestas mayormente pacíficas que sin embargo registraron algunos incidentes de violencia, como un ataque a una sucursal del nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS) frente al Banco de Inglaterra, y choques dispersos con policías. La policía informó anoche que un hombre falleció tras caer al suelo durante la marcha anticapitalista, pero no precisó el motivo de su deceso.

Scotland Yard, que lanzó un espectacular operativo de seguridad valuado en unos 10 millones de dólares, realizó entre los últimos dos días 87 arrestos, con cuatro personas acusadas formalmente, tres por posesión de armas blancas y una por violencia en la vía pública.