En una movida que promete desatar revuelo, el gobierno de Evo Morales propondría a la Argentina aumentar en un 65 % el precio del gas que le vende.

La intención es proponerle a la Argentina elevar a 5,5 dólares el millón de BTU (la unidad de medida), un valor que, según los funcionarios de ese país "es razonable, ya que oscila en una banda entre un precio solidario y uno internacional, que es de 12 dólares".

Por el contrario, la Argentina pretende mantener el valor del gas en 3,35 dólares por BTU o que el incremento sea mínimo para evitar un fuerte impacto en el mercado interno.

El impacto inicial del aumento debe ser analizado en el largo plazo, ya que si bien ahora la Argentina sólo le compra a Bolivia el 5 % del gas que consume, especialistas advierten que en el futuro esa participación crecerá hasta un 20% por los problemas de provisión de ese fluido que tendrá el país.

Para el ministro de Planificación del Desarrollo boliviano, Carlos Villegas, Argentina y Bolivia deben "negociar" el precio y consideró que un posible aumento "no tendrá efectos inflacionarios".

No obstante, el funcionario aseguró que "nosotros dijimos 5,50 dólares el millón de BTU, especialmente por el comportamiento del gas en el mercado internacional. No nos podemos bajar sustantivamente de esa propuesta".