El delantero rosarino, convirtió a los 11, 36 y 37 minutos del segundo tiempo tras pases del francés Therry Henry y así encabeza en la cima de la tabla de goleadores de la liga española con 22 tantos.

Así el argentino se robó todo el show de la victoria del Barcelona gracias a esos tres golazos que sirvieron para destrabar un partido complicado.

Barcelona le sacó transitoriamente tres puntos de diferencia al Real Madrid, que deberá superar los fantasmas de la eliminación en la Liga de Campeones y derrotar a Valladolid para recuperar el liderazgo que compartía con el "Barsa".

La ausencia del suspendido Zlatan Ibrahimovic supuso un desafío para el entrenador Josep Guardiola en la conformación de la delantera del Barcelona.

Por eso el entrenador optó por darle lugar a Bojan Krkic y mantuvo sentado en el banco a Henry.

Sin embargo Bojan apenas pudo desequilibrar a la defensa del Valencia, ya que se vio encerrado sobre la banda izquierda y pocas veces pudo intercambiar su posición con Messi en la búsqueda de alternativas ofensivas.

Mientras tanto el argentino Ever Banega y David Albelda controlaban con criterio la salida de Xavi Hernández y el joven Jordi Alba obligaba al brasileño Dani Alves a mantenerse en su propio campo, en una función meramente defensiva.

Valencia, que padecía las ausencias de dos figuras principalísimas como David Villa y Juan Mata, fue superior a Barcelona durante la primera mitad del juego.

De hecho, el arquero Víctor Valdés se erigió como una de las figuras de su equipo al interceptar un centro del argentino Alejandro "Chori" Domínguez en el área chica y detener dos disparos de Alba y Pablo dentro del área.

La única jugada de peligro a favor del Barcelona en el primer tiempo fue protagonizada por Messi, cuando el "Pulga" le robó el balón a Angel Dealbert y definió apenas desviado en el mano a mano contra César.

Ya en el complemento salieron a la luz dos factores que torcieron la suerte del partido: Guardiola ordenó el ingreso de Thierry Henry y Valencia, que ya había perdido al lesionado David Albelda, expuso su desgaste físico a causa del partido del jueves pasado contra el Werder Bremen alemán.

Y ante la dificultad para generar un juego asociado, Barcelona precisó de la magia de su estrella argentina para quebrar la paridad.

Fue entonces cuando a los 11 minutos de la parte complementaria Messi controló el balón en tres cuartos de cancha, dejó en el camino a Banega y Bruno, para después dejar desairado a Dealbert dentro del área con un enganche de zurda y definir con calidad ante la salida de César.

Así como sucedió la semana anterior contra Almería, el rosarino apagó el fuego de la incertidumbre futbolística azulgrana con la supremacía técnica que lo caracteriza.

A Valencia se le presentó la posibilidad más clara de la noche cuando faltaban poco más de 20 minutos, pero Víctor Valdés volvió a agigantar su figura ante Nikola Zigic en un mano a mano tan claro que parecía una invitación al empate.

Hasta que llegó el último cuarto de hora y el show de Messi se llevó puesto a Maduro, que recibió la tarjeta roja tras derribar de atrás al rosariono.

Entonces, en apenas un minuto el fulgor del diminuto atacante terminó por enceguecer a un ya disminuido Valencia.

Messi aumentó la cuenta al recibir un balón por la derecha y tal su costumbre, enganchar hacia el medio y definir combado, a media altura, contra el segundo palo.

Y apenas 60 segundos después completó su obra maestra con el tercer pase consecutivo que recibió de Henry y finalizó en la red valenciana.

En esta ocasión desbordó por derecha, llegó hasta el fondo y desde ángulo cerrado todo suave y corto, haciendo pasar la pelota suavemente por encima del cuerpo del arquero que se había arrobado a sus pies para neutralizarlo pero llegó un par de segundos tarde.

Así Barcelona cumplió con su trabajo y Messi volvió a justificar su reinado en el fútbol de la liga española y, de acuerdo con los premios recibidos a fines del año pasado, también del mundo entero.