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25 de abril de 2024
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Reacciones internacionales al nuevo plan de Bush en Irak
La idea de enviar más tropas fue apoyada por Corea del Sur, Australia, Japón y también el gobierno británico, aunque aclaró que seguirá replegando sus tropas
11 de enero de 2007
El plan del presidente George W. Bush de enviar más tropas a Irak recibió este jueves el apoyo de los principales aliados de Estados Unidos, aunque con prudencia.

Los gobiernos del Reino Unido, Corea del Sur, Australia y Japón -todos los cuales respaldaron la invasión de Irak liderada por Estados Unidos- prometieron además continuar con sus esfuerzos militares en Irak. Pero Alemania expresó "cierto escepticismo" y, en la misma línea, Francia recordó que sólo una "estrategia política" puede pacificar la región.

La canciller británica, Margaret Beckett, manifestó su apoyo a la estrategia anunciada anoche por Bush, pero dejó en claro que su país seguirá adelante con sus planes de retirar este año a miles de sus soldados de Irak y que no planea enviar más efectivos. "Damos la bienvenida al plan y esperamos que tenga éxito este esfuerzo conjunto para resolver esta muy difícil situación de seguridad", dijo Beckett en conferencia de prensa en Londres reproducida por la cadena británica BBC.

El Reino Unido posee 7.200 soldados en la sureña ciudad de Basora, una región de mayoría shiíta tranquila en comparación con otras zonas donde predominan los sunnitas.

El primer ministro australiano, John Howard, advirtió sobre los riegos que según él entraña un fracaso del plan de Bush. "Si Estados Unidos se retira de Irak, entonces eso tendrá enormes consecuencias para la estabilidad de Medio Oriente y será también un enorme estímulo para el terrorismo en esta parte del mundo", dijo Howard en Sydney.

El canciller japonés, Taro Aso, señaló en un comunicado que Tokio continuará con su apoyo humanitario y financiero para la reconstrucción de Bagdad, informó la agencia japonesa Kyodo. El gobierno de Japón retiró el año pasado a los 600 militares no combatientes que tenía desplegados en el sur de Irak, pero continuó enviando ayuda por avión.

El presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, también manifestó su respaldo a la nueva estrategia militar para Irak. El mandatario "entendió el fondo de las amplias políticas y expresó su apoyo por los esfuerzos del presidente Bush para llevar estabilidad y reconstrucción a Irak", dijo la oficina de Roh en un comunicado citado por la agencia surocreana Yonhap.

Por su parte, Francia reaccionó con cautela. Y recordó que sólo una "estrategia política" y un "enfoque global" permitirán que Irak recupere la estabilidad. "Más allá de las propuestas hechas por el presidente (George W.) Bush, nosotros pensamos que la única solución para que Irak recupere su estabilidad, soberanía, integridad territorial y unidad nacional pasa por la participación de todas las partes civiles, políticas y religiosas en la vida del país", declaró el ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy.

El gobierno alemán expresó "cierto escepticismo" sobre el nuevo plan de la Casa Blanca. "Hay que esperar (que Estados Unidos logre pacificar Irak), puesto que tenemos interés asimismo en la estabilidad de la región y del país. Pero hay cierto escepticismo, no sólo en Estados Unidos, sino también en Alemania", declaró el coordinador gubernamental para las relaciones germano-estadounidenses, Karsten Voigt.

En tanto, el gobierno iraquí manifestó su apoyo a la nueva estrategia pero advirtió que el plan fallará si no se combate a las milicias sectarias. "El fracaso en Irak no sólo afectará a este país sino también al resto de la región y el mundo, incluyendo a Estados Unidos", dijo Sadiq Al Rikabi, asesor del primer ministro iraquí, el shiíta Nuri Al Maliki.

Irán rechazó tajantemente la nueva estrategia anunciada por Bush y afirmó que se trata de "otro intento estadounidenses por continuar la ocupación de Irak".