Con el trasfondo de los allanamientos a La Salada ordenados por el juez Luis Armella, en el marco de la causa por falsificaciones, contrabando y
y evasión, la secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores Feriantes de la República Argentina (SUTFRA), Mariana Berbeglio, señaló
que “los feriantes son el eslabón más débil de esta cadena. A ellos les conviene estar regularizados, los que no lo están es porque aún no le
encontraron la vuelta. La salida es el empadronamiento, porque les da derechos”.

Para Berbeglia, “las ferias son espacios atravesados por distintas formas de violencia y códigos propios, que muchas veces no son perceptibles
para el que viene de afuera. No es lo mismo el feriante que el empresario dueño de la feria”, señala, en relación al choque cultural entre los
interventores y la realidad que deben administrar.

La referencia de la sindicalista no es azarosa. “Si no vendemos, no comemos”, es la queja más frecuente de los puesteros cada vez que
policías o gendarmes les requisan la mercadería. Por su vulnerabilidad, muchas veces se ven envueltos y perjudicado en situaciones confusas
o directamente ilegales.

Los allanamientos de este miércoles se produjeron básicamente en los puestos que ocupan el espacio público, contra el Camino de la Ribera
y en los paseos de compras aledaños, cuya propiedad y organización es siempre motivo de polémica.

La preocupación manifiesta de los feriantes es que, entre la crisis económica y la seguidilla de operativos policiales de este año, la actividad
comercial se redujo al mínimo.

Algunos feriantes debieron endeudarse para vivir mientras no podían trabajar, otros cambiaron de rubro y se volcaron al trabajo en
aplicaciones, como Uber o Rappi.

Lo que ocurre ahora también fue anticipado por los feriantes hace ya varios meses. La proliferación de ferias ilegales en los alrededores del
predio. compuesto por Urkupiña, Ocean y Punta Mogote, es una consecuencia de la digitalización de las ventas.

“También debe hacerse el mismo operativo en el exterior”, reclaman los comerciantes.

A la vez, la pretensión de regularizar la situación de lso trabajadores, compartida tanto por el municipio de Lomas de Zamora, donde
se ubica la feria, el gobierno provincial y el sindicato, se choca con la expectativa tanto de la American Chamber (AmCham) como de
la embajada de EEUU de que el predio se cierre definitivamente. La Salada de señalada como “la meca”del contrabando y la falsificación
por informes del FBI, aproximadamente desde 2010.