Como iban a suponer las integrantes de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, que justo en el medio de su conferencia sobre violencia de género y trata de personas, nada menos que Eugenio Zaffaroni –un magistrado identificado con las banderas del 'progresismo'-, iba a quedar involucrado en un escándalo por una red de prostíbulos que funciona en sus propiedades.

La conferencia se realizará en Catamarca del 31 de agosto al 2 de septiembre próximos y está previsto que la apertura este a cargo de Carmen Argibay, colega de Zaffaroni en la Corte Suprema.

El encuentro se realizará en el Hotel Casino Tandil, en la provincia de Catamarca y la conferencia de Argibay versará sobre "Trata de personas y Esclavitud sexual".

También expondrá la otra jueza del máximo tribunal Elena Highton de Nolasco, quien disertará sobre "Violencia de Género", en su caso a través del sistema de videoconferencia.

El escándalo genera una incomodidad especial en la Corte Suprema, donde la jueza Argibay ha toado como una bandera la lucha contra la trata. Al punto que creó la “Oficina de la Mujer” que entre otras iniciativas tendientes defender la igual de género, se centra en combatir la prostitución.

De hecho, la Oficina que dirige Argibay poco antes que estallara el escándalo de Zaffaroni firmó un convenio con la procuración de la Nación, para ponerle fin a la trata de personas y a "la incitación a la prostitución que esto generalmente conlleva".

Righi recibió en diciembre del 2009 una denuncia de la ONG La Alameda, que combate la trata, donde se detallaba la ubicación de más de 600 prostíbulos –incluidos varios de los que funcionan en propiedades de Zaffaroni- y según denunciaron los directivos de esa organización, la Procuración no hizo nada para investigar y detener la actividad de esos establecimientos.

Recién ahora que el escándalo se hizo público por la investigación periodística de Perfil, Righi habría ordenado que se abra una investigación.

La propia Argibay en una entrevista de mediados de mes reconoció que existe complicidad en las autoridades con la prostitución, pese a anuncios oficiales como los de Cristina Kirchner que prohibió el rubro 59.

"No nos engañemos: cuando hay un juez que ordena un allanamiento a un sauna, whiskería, casa de masajes o como queramos llamarlos, diez minutos antes desapareció todo. Eso quiere decir que hay alguien que avisa y alguien que está conectado y a mí no me cabe la menor duda que esto hay que buscarlo entre las fuerzas de seguridad", advirtió.

Incluso, Argibay no desconoció la posibilidad de que haya jueces involucrados: "Por supuesto, en todas partes hay de todo, no creo que el Poder Judicial se salve, que sea totalmente impoluto en este tipo de cosas".

"No hay ningún lugar, ni ninguna profesión, ni ningún trabajo, donde todo el mundo sea perfecto, por el contrario, creo que los seres humanos somos muy imperfectos e, incluso, tenemos muchas contradicciones. En todas partes se cuecen habas, decía mi abuela", concluyó.