El hockey masculino argentino jugó como campeón y dio vuelta un partido adverso contra Canadá para superarlo 3-1 en la final de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, y vengar así la sorpresiva derrota de Las Leonas en la final ante Estados Unidos. Todo había sido de Argentina en los primeros 35 minutos. Sin embargo, la descanso se iban arriba los canadienses, que habían aprovechado el único corner corto que tuvieron en esa etapa para ponerse 1-0 por intermedio de Scott Tupper.

Los argentinos no lo podían creer: habían tenido el 90 por ciento del dominio de la bocha y seis cortos a favor pero les había faltado la tranquilidad que se necesita para ser efectivo en el círculo.

Pero en el segundo salieron a jugar el segundo tiempo con la serenidad de quien sabe que está haciendo bien las cosas. Y, enseguida, llegaron los goles.

En el segundo corto del complemento (el 8º del partido y con los canadienses defendiendo con uno menos por adelantamiento), Ignacio Bergner arrastró la bocha con la altura justa para que el arquero Antoni Kindler -de gran actuación- no pudiera evitar el gol. Apenas cinco minutos más tarde, se desató nuevamente la locura con la arrastrada de Pedro Ibarra para dar vuelta el partido y ponerse 2-1. Pese a eso, el equipo no se desesperó y su movilidad provocó que con el paso de los minutos el cansancio del seleccionado canadiense fuera en aumento. Y el que sacó provecho de eso fue Lucas Vila para, a los 18 minutos, marcar un golazo tras encarar de derecha a izquierda por la línea del círculo para meterse y definir para el 3 a 1 que sería definitivo. Pudo haber sido mayor la ventaja pero el arquero siguió demostrando que tenía una buena tarde. Poco importaba ya: el hockey masculino es de oro, este grupo es -otra vez- olímpico.