Saif al-Islam, segundo hijo del fallecido dictador libio Muammar Khadafi, rogó a sus captores que lo ejecutaran de un tiro en la cabeza para evitar ser entregado al nuevo gobierno libio, que le prometió un juicio justo, de acuerdo a un diario español.

"Saif al Islam nos pidió que lo matáramos, que le disparáramos a la cabeza", contó Al Ajmi Al Atiri, jefe de los rebeldes que arrestaron al heredero de Khadafi en Wadi al Ajal, región de Obari, suroeste de Libia.

La mano derecha del dictador libio fue apresada el sábado pasado cuando intentaba huir hacia Níger junto a un convoy a través del desierto meridional. Estuvo fugitivo por tres meses.

"Said al Islam pidió ser ejecutado de un disparo en la cabeza, pero nosotros decidimos contactar con la base aérea de Trípoli para que enviara un avión, y así lo trasladáramos vivo y en buen estado a Zintan", declaró el rebeldes en la conferencia de prensa que brindó junto al primer ministro del gobierno interino libio, Abderrahim al Kib.

Saif al-Islam fue acusado por la Corte Penal Internacional de crímenes contra la humanidad vinculados a la brutal represión que lideró su padre ante las protestas del pueblo libio que exigían el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia, luego de más de cuatro décadas de era Khadafi.

La orden de arresto internacional obliga a las autoridades libias a entregarlo ante el tribunal internacional, de acuerdo a lo informado. El hijo del dictador libio será juzgado de manera justa, según informaron las autoridades de Libia.