Tras el fracaso de la reunión de ayer entre funcionarios nacionales y porteños, y la amenaza del Gobierno de la Nación de recurrir a la Justicia por el traspaso de los subtes, la ministro de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, ratificó que la Ciudad acepta la transferencia del servicio, pero pidió "más tiempo", y dijo que no puede hacerse bajo cualquier condición.

La funcionaria aseguró que el encuentro de ayer "fue una reunión más", en una negociación "que no es fácil". Advirtió también que se trata "de un servicio con más de 1 millón de usuarios al día, con inversiones que tanto el Gobierno como la empresa se habían comprometido a hacer y que no fueron cumplidas, y con un esquema de subsidios, del que ahora hay que ver como se sale, y de que manera gradual y acordada con el Gobierno".

"Desde el primer día dijimos aceptábamos el traspaso. Lo que decimos es que no se puede hacer de cualquier manera. El gobierno nacional está planteando que el traspaso se tiene que hacer el 1 de diciembre, y la verdad es que ni la transferencia de un auto se hace en 20 días", señaló Vidal.

La vicejefa de Gobierno electa detalló también cuáles son los pedidos que la Ciudad le hizo a los funcionarios nacionales.

"Necesitamos tiempo para renegociar el contrato con la empresa; un esquema compartido de subsidios, que para nosotros no tiene que seguir orientándose a la empresa, sino que hay que subsidiar a aquellos que no puedan pagar el pasaje; y un esquema de financiamiento compartido, porque no nos parece justo que la Ciudad se haga cargo de un servicio que tiene coches de 1913, sin la posibilidad de financiación externa para hacer esas obras que requiere el subte", aseguró.

En tanto, el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, renovó hoy sus críticas a la Ciudad, tras el fracaso de la reunión de ayer. "Hubo un paso atrás. Nosotros fuimos con una propuesta muy concreta. Decimos que se hagan cargo rápido porque en realidad no hay mucha magia. Es el mismo contratista. Es un planteo bastante sencillo, pero que fue complicado por ellos", señaló.

En declaraciones a radio La Red, Schiavi rechazó el planteo del gobierno porteño, y dijo que tiene la sensación de que Mauricio Macri "tiene miedo de tomar el subte". "Para un jefe de Gobierno de la Ciudad, que administra en términos de transporte solamente los taxis y las bicisendas, que le transfieran el subterráneo debería ser como para un chico que le regalen para el cumpleaños la bicicleta soñada", describió.

"Ellos pretenden que toda la Nación sea solidaria con los subtes de la Ciudad hasta el año 2017, superando incluso el mandato presidencial. La sensación que tengo es que hay una problemática de pedir las cosas hasta el desgarro, y en el momento en que se dan decir 'pero no, quiero otra cosa, pedimos más', afirmó el funcionario.