El represor Antonio Domingo Bussi agoniza según se informó desde la la clínica donde está internado en Tucumán en un empeoramiento del frágil estado de sañud que sostiene desde hace años.

"Su cuadro clínico es muy grave y con deterioro creciente y progresivo de sus funciones vitales". Las palabras pertenecen al médico forense Raúl Asial, enviado por la Justicia para verificar su estado de salud.

A Bussi se le realizaron una serie de análisis, estudios y radiografías que le permitieron al perito del Tribunal Oral Federal de la provincia determinar que el represor padece una "insuficiencia cardíaca descompensada, cardiopatía dilatada de baja fracción de eyección de origen valvular, estenosis aórtica severa, fibrilación auricular permanente".

Con 85 años, Bussi fue internado el lunes en el Instituto de Cardiología de Tucumán con un cuadro irreversible y una falla multiorgánica. En ese mismo lugar había estado internado días antes también por una descompensación cardíaca.

Bussi gobernó Tucumán durante la última dictadura militar y también en democracia. Y fue condenado en 2008 a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. En aquel entonces se lo condenó por el asesinato del senador peronista Guillermo Vargas Aignasse, ocurrido en 1976. Mañana debía comenzar otro juicio en su contra por los homicidios de Juan Carlos Aguirre y Margarita Susana Azize Weiss en 1976.

El médico Ramiro Castellanos, que atiende a Bussi dijo también que el ex gobernador está inconciente y que su estado es irreversible.