Comerciantes advirtieron hoycon "dejar de pagar impuestos" y realizar piquetes en distintas calles porteñas, si en los próximos 30 días el Gobierno de la Ciudad no pone "freno" a la venta clandestina callejera. "Si en un plazo de 30 días no hay una solución a la venta clandestina en la calle, los dueños de los negocios dejarán de pagar los impuestos y se realizarán cortes de calle en distintas partes de la Capital Federal", afirmó el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide.

El empresario participó esta mañana de la cuarta protesta consecutiva que comerciantes realizaron en la esquina de Corrientes y Florida, en rechazo a los "manteros" que ocupan casi toda la extensión de la principal peatonal porteña.

En esa línea, el presidente de la Asociación de Amigos de la calle Florida, Héctor López Moreno, vaticinó que en "los próximos meses cerca de 60 locales de la zona corren peligro de cerrar" ante el crecimiento de la venta callejera en esa arteria.

En este marco, funcionarios y comerciantes coincidieron en la necesidad de "avanzar contra la proliferación de la venta clandestina" que, según advirtieron, "se lleva puesto los Estados".

Lo hicieron en el marco de una reunión que compartieron el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Chaín y Cornide.

"La venta clandestina se lleva puesto los Estados", denunció el titular de CAME, quien a la vez advirtió que "las organizaciones clandestinas que venden mercadería hecha en negro o falsificada han tomado un volumen que en este momento parece ser superior a la fuerza del propio Estado y esto atenta contra el comercio PYME organizado".

"Es curioso que el crecimiento meteórico de la economía informal se dé en una etapa en que el país ha crecido de una manera incomparable con respecto a otros períodos. Hay que hacer algo ya que no hay un justificativo para que las calles estén invadidas por la venta clandestina", enfatizó el dirigente empresario.

Por su parte, Tomada consideró que "la proliferación de la marginalidad e informalidad no es casualidad. Vamos a ir torciendo este camino que parece inexorable y cada vez más creciente. No tenemos que mirar para otro lado. Se impone un tiempo en donde las reglas de juego están cada vez más claras para todos".

"Fueron demasiados años propiciando distintas medidas de concentración económica en donde la pequeña industria era mirada como un obstáculo para el desarrollo", agregó el funcionario, en un comunicado difundido por CAME.

En tanto, Chaín reconoció que "la vida que generan los comercios porteños es fundamental para una ciudad en pleno desarrollo".