Una batalla a golpes de puños entre padres y chicos de 12 años fue la inmediata consecuencia de un partido de fútbol de baby fútbol el pasado martes a la noche en un predio de Moreno y Andrada donde se enfrentaron los equipos de Santa Teresita y Deportivo Rosario.

Pero no terminó todo ahí. Luego de que se tranquilizaron los ánimos y se despejó la batahola, uno de los técnicos volvió a la cancha junto a otras personas armadas y le disparó por la espalda al familiar de uno de los chicos.

En diálogo con A24.com, el presidente de la Liga Ardity, Reinaldo Divonis, detalló: “Era el último partido de la temporada. Se enfrentaban los clubes Deportivo Rosario y Santa Teresita Sur por la categoría ’99. Los dos conjuntos pertenecían al mismo barrio”.

“El vicepresidente de la liga junto a algunos miembros de comisión directiva me contaron que todo trascurría con normalidad. Habían empatado sin goles en los 90 minutos y en los penales ganó Santa Teresita Sur”, contó Dinovinis, para luego agregar: “Uno de los chicos perdedores fue y agredió a otro. Ahí intervino una madre y se armó un desorden generalizado”.

Una vez que los ánimos se calmaron, “el árbitro del equipo ganador apareció con otras dos personas portando armas de fuego y disparó sin mediar palabras contra un familiar de los chicos de Deportivo Rosario”, dijo el dirigente que lleva 40 años al frente de la Liga Ardity.

A raíz del impacto de bala que recibió en el abdomen, el hombre fue operado y le quitaron un riñón. “Según me comentaron está en estado delicado”, reconoció Divonis.

“De los años que yo llevo como presidente de la liga, nunca hubo un caso de esta naturaleza. Hay discusiones entre padres, pero no pasan más de eso. Acá el problema no es entre los chicos, ellos se divierten sanamente dentro de la cancha. Nunca ví un hecho así. Acá los padres los culpables, ellos son los que le pasan su competitividad y agresión a los chicos”, sintetizó.