La ilusión duró tres games. Sirvió Mónaco y mantuvo su saque, Nadal igualó el partido con el suyo... Y ahí llegó el quiebre, el golpe demasiado rápido, el crecimiento gigante de Rafa y el derrumbe paulatino de un Pico que soñaba con darle más batalla al español,.

Con el empuje de los casi 2.000 argentinos en La Cartuja. Pero nada. Nadal fue la fiera del polvo de ladrillo que bien se conoce por estos lados. Y se llevó el primer set con una exhibición en 46 minutos.

Con el envión del primer set, donde rozó la perfección, Rafa salió a la cancha con la misma decisión para jugar la segunda manga. Puso el 1-0 con su servicio, Pico lo igualó con el suyo... Y basta.

Otra vez todo fue del español, que a esa altura ya cosechaba aplausos de españoles, y también de la admiración de algunos de los argentinos que pagaron unos 400 euros por su entrada.

Hubo dos quiebres más, defensas heroicas para desmoralizar a Pico, y cerró el set con su saque con toda su jerarquía tras reclamar una bola que el juez le terminó dando buena. Demasiado Rafa para las buena intenciones de Pico.

El tercer parcial tuvo una "mini" paridad hasta que Nadal quebró en el quinto game y se puso adelante 3-2, tras ganar dos puntos tremendos, con Mónaco revolcándose por la cancha.

Luego de eso, el tandilense ya no tuvo la reacción y por eso el español se llevó el partido con un 6-2 sin atenuantes.