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2 de mayo de 2024
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Messi fue la guía para el triunfo de Barcelona
No hizo goles pero asistió en le momento justo a sus compañeros. El campeón de Europa le ganó el Real 3 a 1 en Madrid. A los 22 segundo perdía 0-1
10 de diciembre de 2011
A los 22 segundo ya perdía 1 a 0, a partir de allí Barcelona demostró porque es el mejor equipo del mundo y remontó la adversidad para ganarle por 3 a 1 en el mismísimo Santiago Bernabeu con una gran actuación de Lionel Messi.

Esta vez no metió tres goles, ni fue la figura excluyente del clásico. Pero otra vez fue la bandera del Barcelona en el Santiago Bernabéu. Lionel Messi es el jugador que pide la pelota en los momentos calientes y el único capaz de sacar un conejo de la lera en las situaciones más críticas.

La Pulga en cada temporada muestra una faceta nueva de su amplio repertorio. Primero mostró su explosión, después apareció el gran goleador y ahora también es un asistidor de lujo. A los 29 del primer tiempo, cuando Real Madrid estaba al frente en el marcador y dominaba el partido, apareció Messi. Tomó el balón en la mitad de la cancha, acumuló a tres rivales y dio el pase en el momento justo para habilitar a Alexis Sánchez que sólo tuvo que controlar el balón y sacar el derechazo cruzado para clavar el 1-1 en el corazón de Madrid.

De esta manera, Messi se convirtió en el máximo asistidor de la Liga de España. Llegaba empatado con Angel Di María, ambos con 11. Pero con el pase al chileno superó al ex Central y está al tope de la tabla.

En el segundo tiempo, con la chapa 2-1 para Barcelona, apareció lo mejor de Messi. Y una cara nueva de un jugador enorme. Que Cristiano Ronaldo es más completo, dicen. Es cierto que cabecea y patea con las dos piernas. Es cierto que Messi es más bien menudito, y su zurda es su espada. Pero Messi es completo, es bien completo. Messi también mostró ser un jugador maduro para manejar los tiempos del partido y los hilos de su equipo.

Puso el balón sobre su suela y desacomodó a una defensa nerviosa y perdida. Y armó la jugada del tercer gol. Otra vez, apiló rivales y esquivó patadas, tocó a la derecha para Dani Alvez que envió el centro para el cabezazo de Fábregas y el 3-1 final.

Lionel Messi fue otra vez figura y jugó como lo que es: el mejor jugador del planeta. Y lo hizo en el partido que lo tenía que hacer. En el clásico, ante Real Madrid y en el Santiago Bernabéu.