Los equipos de rescate encontraron la mayoría de los cadáveres en Cagayan de Oro y Iligan, en la isla de Mindanao. El tifón también provocó importantes destrozos materiales. Famillias enteras perdieron sus hogares, vehículos y pertenencias por los vientos y las inundaciones.

En Cagayan de Oro, las muertes ascienden a 97, mientras que en Iligan se localizaron 75 cadáveres. También había cuerpos sin vida en Compostela Valley, en la ciudad de Polanco y en Damitan.

Uno de los miles de afectados, Bryan Cabillo, declaró a los medios filipinos que su esposa y tres hijos fueron arrastrados por la fuerte corriente cuando destruyó su casa en Tambo, una barriada de Cagayan de Oro, el día viernes.

El alcalde de Iligan, Lawrence Cruz, señaló que las inundaciones sorprendieron a los habitantes de su población mientras dormían y que el agua al subir desbordó los sumideros en cuestión de minutos.

Salvo las víctimas mortales de Compostela Valley, que perdieron la vida en avalanchas de tierra, los demás fallecieron ahogados.

Las autoridades creen que la cifra aumentará a medida que avancen las operaciones de rescate.

El Ejército tiene una división, formada por unos 10 mil efectivos, y tres helicópteros colaborando en las operaciones de rescate en Cagayan de Oro y una segunda división en Iligan. Además, buques de la Armada, el Servicio de Guardacostas y la flota pesquera están en coordinación para hallar las personas desaparecidas.

Decenas de miles de filipinos buscaron refugio de las riadas en zonas altas de Mindanao, mientras unas 20 mil personas se encontraban en centros de acogida abiertos en Cagayan de Oro, donde la ciudad amaneció sin servicio eléctrico.

El director de la Policía de Iligan, Celso Regencia, apuntó que han tenido que acudir al rescate de muchas personas que se refugiaron en el tejado de sus casas y que luego se encontraron atrapadas allí por el agua.

Un total de 5 mil pasajeros, 143 autobuses, 82 camiones, numerosos vehículos y cerca de un centenar de embarcaciones se encuentran paralizados a causa de las inundaciones.

El Gobierno de Manila ha declarado el estado de calamidad en Iligan, de momento.

"Washi", con vientos de 65 kilómetros por hora y copiosas lluvias, ha cruzado Mindanao y mantiene su curso por el mar de Joló hacia la isla de Palawan, en el oeste de Filipinas. El servicio meteorológico filipino prevé que la tormenta tropical se aleje por el Mar de China Meridional el domingo, si no varía su rumbo y velocidad actuales.

Más de un centenar de personas murió en Filipinas los pasados septiembre y octubre por el paso consecutivo de los tifones "Nesat" y "Nelgae" por la región septentrional del país.