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19 de marzo de 2024
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The Economist: "Los datos del INDEC son una estafa"
El diario financiero dejará de publicar datos del organismo por considerar que falsean la realidad. Denuncian "abuso de poder". Era considerada una de las mejores mediciones de la región, hasta el 2007 en que fue intervenido
24 de febrero de 2012
El diario "The Economist" decidió no publicar más daros de estadísticas del INDEC al considerar que los datos son "es una estafa para los inversores" y a la vez reconoció que existe "abuso de poder" por parte de sus funcionarios.

“Lo que parece haber comenzado como un deseo de evitar malos titulares de los diarios, y en un país con una historia de hiperinflación, ha llevado a la degradación del INDEC, que en el pasado ha sido una de las mejores oficinas de estadística de América Latina”, relata The Economist.

En esa línea de crítica, el diario financiero agregó que los datos del INDEC buscan engañar a los votantes y estafar a los inversores”.

En su análisis también relata como funciona hoy la dependendecia de estadística que recalcó fue hasta el 2007 una de las más prestigiosas de la región.

"Sus instalaciones están cubiertas de carteles de apoyo de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. El personal independiente ha sido reemplazado por los autodenominados ‘Cristinistas’. Y en un abuso de poder extraordinario para un gobierno democrático, economistas independientes se han visto obligados a dejar de publicar sus propias estimaciones de la inflación por las amenazas de persecución y multas”, explicó.

The Economist valora la importancia de esta información creíble para los países y sostiene que los engaños en estos datos hacen que los "los gobiernos anden a tientas, los inversores desperdicien su dinero y los electorados no pueden luchar para que sus gobernantes rindan cuentas".

El diario publica más de 1.000 gráficos cada semana en temas como producto, precios y empleo de un grupo de países y que sirven como parámetro para muchos inversores del mundo.

En ese aspecto planten dudas sobre otras oficinas de estadísticas en el mundo pero valoró que la gran mayoría en el globo trabajan con datos de "buena fe".

“No podemos estar seguros de que todos estos datos son confiables. Las oficinas de estadísticas varían en su sofisticación técnica y habilidad para resistir la presión política. Los números de China, por ejemplo, pueden ser poco fiables y Grecia subestimó su déficit con desastrosas consecuencias. Pero en general, los gobiernos obtienen sus estadísticas de buena fe. Aunque hay una clara excepción. Desde 2007 el gobierno argentino ha publicado índices de inflación que casi nadie cree”, narró el medio en su publicación

A partir de ahora The Economist para dar datos del país utilizará los información de la consultora PriceStats, con base en los EE.UU. y fuera del alcance del gobierno argentino