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26 de abril de 2024
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Videla confesó: "Hubo 8 mil desaparecidos"
Lo hace en el libro "Disposición final", de Ceferino Reato. Hacían desaparecer los cuerpos. Relata la estrategia para llevar adelante la idea macabra
13 de abril de 2012
"Disposición Final" es la palabra que la dictadura militar de 1976 usó para ordenar la desaparición de personas. Es también el nombre del libro del periodista Ceferino Reato, en el cual el ex dictador Jorge Rafael Videla reconoce la muerte de "siete mil u ocho mil personas" que estaban detenidas o secuestradas.

Para algunos organismos de derechos humanos los desaparecidos alcanzaron los 30 mil.

Es la primera vez que un integrante de la cúpula militar de la Dictadura admite públicamente la muerte y desaparición de personas, y que además confesó ante el escritor la desaparición de los restos "para no provocar protestas dentro y fuera del país. Cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte".

"No había otra solución; (en la cúpula militar) estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas", señaló.

En este libro, de próxima aparición, Videla describe en forma detallada el "método" utilizado durante la represión ilegal, justifica el uso de la tortura y destaca la influencia de la llamada Doctrina Francesa en la lucha contra las guerrillas.

Reato logró este testimonio tras más de veinte horas de entrevistas entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en la celda número 5 de la prisión federal de Campo de Mayo.

Videla también reconoce que hizo desaparecer cuerpos de personas muertas en tiroteos, como el del jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, porque "era una persona que generaba expectativas; la aparición de ese cuerpo iba a dar lugar a homenajes, a celebraciones. Era una figura que había que opacar".

A pesar de que tiene mucha similitud a la estrategia nazi en al segunda guerra mundial contra los judíos, la palabra "Solución Final" nunca se usó, pero si "Disposición Final" fue una frase más utilizada.

"Son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final", señala Videla.

Las definiciones de Videla son muy duras como hacer desaparecer los restos de las miles de personas a las que consideraban "irrecuperables".

En el libro, Videla explica que el país fue dividido en cinco "zonas" ya antes del golpe del 24 de marzo de 1976, y que el jefe de cada uno de esos territorios ordenó entre enero y febrero de aquel año la confección de las listas de personas que debían ser detenidas inmediatamente después del derrocamiento de la presidenta Isabel Perón.

"Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión", asegura Videla en el libro.

"Por su preparación militar e ideológica, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra cosa. Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo con el que había nacido", señala el ex dictador.