El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto que asumió las riendas del país tras el derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011, endureció su posición y anunció que no tolerará manifestaciones ante el Ministerio, después de los enfrentamientos del miércoles en los que perdieron la vida al menos 20 personas.

Este viernes, en la plaza Tahrir, en El Cairo, tuvieron lugar mientras tanto manifestaciones de diversos partidos y activistas contra los militares, que por el momento se desarrollan de forma pacífica, pero generan un clima tenso en al capital egipcia.

Los manifestantes exigieron una rápida entrega del poder de los militares a un gobierno civil y la destitución del primer ministro de transición Kamal al Ganzuri.

En ese escenario, los Hermanos Musulmanes, que controlan la mayoría del Parlamento, se unieron a la protesta, y así el clima interno entró en ebullición.

Todos estos hechos se efectúan a días de las elecciones para decidir el nuevo presidente