El oficialismo comenzó una fuerte presión contra el gobierno porteño por el traslado de los residuos de la ciudad de Buenos Aires a territorio bonaerense e impulsa un proyecto de ley para prohibir la transferencia de residuos desde otros distritos a Buenos Aires.

Con la firma de la senadora Cristina Fioramonti -presidenta del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara alta de buenos Aires y del senador Alberto De Fazio, la normativa plantea una reducción gradual en la recepción de basura proveniente de la Capital hasta impedir el ingreso total desde el año 2014.

Esta ofensiva oficialista generaría una fuerte presión contra Macri que puede tener de esta forma un colapso en la recolección de basura donde a diario se levantan mas de 6 mil toneladas que se llevan a los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), formada por la Provincia y la Ciudad.

En ese marco, el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, indicó hace unos días que la Ciudad paga al Ceamse 50 dólares por el procesamiento de cada tonelada de basura, mientras otros distritos abonan US$ 25.

La crisis se desató el viernes pasado cuando el Ceamse ordenó que la Capital pague 35 por ciento más de lo que abona y que, además, disminuya en 30 meses el 50% de la basura que genera y que compense a los partidos de San Miguel y de Tigre.

Estos nuevos costo comenzaran a tomar vigencia a aplicarse a partir del 1 de junio y se enmarca en la ofensiva que también tomó la presidente.

"Si me tirás la basura, por lo menos págame por el tratamiento. Tenemos que pedir que la basura que se produce en Capital la pague el que la tiene que pagar cuando se ingrese en la provincia o que la procese en la ciudad", dijo hace días la jefa de Estado.