Mientras su ex pareja y marido Nicolás Cabré disfruta de las arenas de Playa del Carmen junto a la “China” Suárez, Eugenia Tobal terminó de sellar entre abogados un divorcio millonario del actor, que rondaría los 2 millones de pesos. Sin embargo, toda la bronca que descargó con frialdad a la hora de dividir bienes no pudo ocultar el sufrimiento que descarga por la red social Twitter, que se convirtió en una terapia.

“Nada está perdido, si se tiene el valor para proclamar que todo está perdido, y hay que empezar de nuevo”, parafraseó Eugenia a Julio Cortázar este último miércoles. “Lo que sucede conviene”, continuó la única panelista mujer de Pura Química, con frases que parecerían ser la elaboración de un duelo pasada la bronca.

La bronca, que comenzó con una repentina separación recién casados se incrementó cuando apenas pasados unos meses el actor fue fotografiado en la casa de la rubia ex Casi Ángeles. Eugenia estalló de ira: “Yo no mentí, yo no engañé”, declaró por entonces. Cabré, por su lado, habló por primera vez en televisión, obligado a hacer aclaraciones por temor a un juicio por adulterio.

La tregua apareció. Pasaron celulares entre abogados y arrancó el acuerdo, que comenzó con la liberta de cada uno de rearmar su vida amorosa. La división de bienes contempla tres puntos: la actriz se quedará con la camioneta Honda CRV 4x4 (valuada en 40 mil dólares), con el departamento de tres ambientes de la calle Sinclair en Palermo (tasado en 350 mil dólares) y además, la suma de 200 mil dólares.