Su voz se hace escuchar y mucho en los foros internacionales, y acaba de ser distinguido con un premio similar al Nobel de la Paz, pero para el sector privado. Eduardo Eurnekian, dueño de la Corporación América y el "inventor" de la TV por cable en la Argentina, admitió estar "preocupado" por la "falta de un plan a mediano y largo plazo" en la Argentina, durante un reportaje que le hizo el diario Perfil.

"Yo hago inversiones pero creo que muchas veces eso no es suficiente", reconoció el hombre de origen armenio que tiene la concesión de los aeropuertos que está incursionando en industrias como la minería.

Las palabras de Eurnekian, empresario de excelente llegada a la presidenta Cristina Fernández, reflejan la preocupación del sector privado ante la marcha de algunos puntos del "modelo".
Eurnekian dijo que no le molestan las políticas ejercidas por el Estado que conduce y tiene una visión a largo plazo de las decisiones que hay que tomar. Lo que me preocupa es la falta de especificidad y de un plan explicitado a mediano y largo plazo".

Dijo que "muchas veces" no alcanza con las inversiones que puedan hacer los empresarios, sino que además se requiere especificar un plan de gobierno para "que no se produzca esta desconfianza aparente y circunstancial que está existiendo en este momento".

"Como empresario yo quiero ser activo en este proceso porque este es el país nuestro. Le tiene que ir bien. Este es un gobierno democrático elegido por el pueblo, le tiene que ir bien. ¿Y cómo hacemos para que le vaya bien? Yo pediría que me expliciten sus planes", remarcó Eurnekian, quien de esta forma cuestionó los constantes cambios en las reglas de juego que se vienen produciendo especialmente desde que Cristina obtuvo el 54 por ciento de los votos y logró la reelección.

Eurnekian destacó que la Argentina fue "un país de grandes oportunidades y que hoy también sigue siendo de grandes oportunidades".

Como ejemplo, recordó que el país "posee la Patagonia, con petróleo y gas. Reservas, ahora comprobadas de gases y fueloil. Un campo extraordinario con dos cosechas al año. Esto sigue siendo el valor de la Argentina. Y así va a seguir. Algún día también nos decidiremos seriamente a ser parte del mundo presente, no del mundo de mañana".