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27 de abril de 2024
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El gol que Racing no para de festejar
Se cumplen 45 años del momento más glorioso del club. El día que Racing fue el primer campeón mundial argentino. El golazo del "Chango"
4 de noviembre de 2012
Aquel zurdazo inatajable de Juan Carlos Cárdenas ya recorrió cuatro décadas y media para instalarse en la memoria colectiva de varias generaciones de hinchas de Racing, quienes aún festejan la gloria de haber conquistado la Copa Intercontinental en 1967.

El 4 de noviembre de ese año, el "Chango" Cárdenas, desde 25 metros, ejecuta un tiro soñado que es una postal inalterable en la vida de la Academia, que por entonces alcanzaba la cima del mundo futbolístico.

En las imagenes en blanco y negro, cada fecha de aniversario, el delantero histórico de La Academia saca ese remate de otro mundo y todos siguen atento su trayectoria para convencerse de la gloria, a la vez que se cruzan los dedos para que no se cumpla la humorada de los "contras", y este año el disparo no se vaya por arriba del travesaño: no hay caso, eternamente entra en el ánngulo y la pasión racinguista explota irremdiablemente.

Ese gol le sirvió al equipo de Avellaneda para conquistar su segundo trofeo internacional tras vencer al Celtic de Escocia 1a 0, en el partido de desempate, jugado en el estadio Centenario de Montevideo.

Durante muchos años, exactamente 34, esa fotografía en blanco y negro que comenzaba a tomar tintes sepias fue el marco del último momento de felicidad en la vida de Racing hasta la consagración en el Apertura de 2001.

De todas formas, la gloriosa Academia nunca se dejó robar ese momento único en su vida deportiva y cada 4 de noviembre, festejó más allá de sus realidades en los años de ostracismo un título que además fue un orgullo para el fútbol argentino.

Fue el primer título internacional a nivel mundial que ganó un equipo nacional con el inolvidable "Equipo de José", que dirigido inteligentemente por Juan José Pizzuti revolucionó el fútbol local con la obtención de tres títulos en dos años.

La frutilla del postre fue justamente la conquista de la ansiada Copa Intercontinental al derrotar luego de tres extenuantes partidos al campeón de Europa, Celtic de Glasgow, en aquella tarde mágica en el estadio Centenario de Montevideo.

El 1 a 0 de la final, alcanzado con el gol convertido por Cárdenas a los 10 minutos del segundo tiempo, fue el tramo final de una historia que comenzó en Glasgow, donde ganó el equipo local por 1 a 0 y continuó en Avellaneda donde se impuso Racing por 2 a 1.

"Ese fue el partido más importante porque nos permitió llegar al tercero, y además porque lo empezamos perdiendo y lo tuvimos que dar vuelta en Avellaneda. Ese día marqué el segundo gol, un lindo gol que poco se recuerda y fue muy importante porque nos llevó a Montevideo", relató el "Chango" Cárdenas a Asteriscos.Tv.

Así, 72 horas después del choque en el Cilindro ambos equipos viajaron a Montevideo para disputar el partido desempate que terminó otorgándole la gloria a Racing.

El equipo llegó a ese momento cumbre tras ganar en forma fantástica el torneo local de 1966 con una serie de 39 partidos invictos, que perduró en el tiempo como un récord absoluto hasta 1999, y luego, ya en 1967 levantar la Copa Libertadores tras superar en la final a Nacional de Uruguay en tres encuentros.

Quizás por esa final, que tuvo como era típico en esa época roces y momentos escandalosos, los uruguayos se volcaron masivamente a hinchar por los escoceses en el partido decisivo que se jugó en el Centenario.

Ese encuentro se caracterizó por el bajo nivel futbolístico, con mucha marca y muchas agresiones mutuas, en donde en la primera etapa la figura fue el actual entrenador del seleccionado nacional, Alfil Basile, quien fue el patrón de la defensa de Racing.

Sin embargo, una pelota divida entre Juan Carlos Rulli y la figura del Celtic, el delantero Johnstone, derivó en agresiones entre varios jugadores y cuando Basile fue a "copar" la parada recibió la tarjeta roja de expulsión junto al escocés Lennox.

El partido siguió caliente, y al inicio de la segunda etapa el astro Johnstone le pegó nuevamente a Rulli y fue expulsado, al igual que el mediocampista Hughes, a los 29 de la etapa final.

Sin grandes situaciones de riesgo, el zurdazo impresionante de Cárdenas –desde 25 metros en línea recta al arco de la tribuna Colombres— se coló sin pedir permiso en el ángulo derecho del arquero Fallon.

"Era un partido luchado, y hab´çia que estar atento. Un jugador profesional siempre debe resolver situaciones de un partido en segundo y tomar decisiones. Cuando avance con la pelota y vi que no tenía nadie adelante, no dude y pateé. Apenas la pelota salió ya sabía que era un gol", agregó el eterno delantero academico.

Un gol de otro mundo sirvió para desatar la locura en ambas orillas, ya el Celtic con tres jugadores menos poco pudo hacer para perforar la defensa de Racing que tuvo en Rulli y Roberto Perfumo dos estandartes impasables.

De nada sirvió que el árbitro buscara emparejar las acciones con una expulsión justamente de Rulli, a cinco del final, ya la maquinita de Avellaneda tenía todo controlado.

La locura se desató en todo el país, los diarios hablaban de un gran triunfo argentino, Racing, después del "robo" en el Mundial de Inglaterra en 1966 y ante la falta de presencia internacional, La Academia dejó de ser un club argentino para transformarse en un equipo nacional.

Por aquellos años el ganador de la Copa Intercontinental era considerado "campeón del mundo de clubes" ante el enfrentamiento de los campeones de Sudamérica y Europa, y Racing fue el primero con esa estrella para el fútbol argentino.

Los gladiadores de esa tarde inolvidable fueron: Agustín Cejas; Roberto Perfumo, Nelson Chabay, Oscar Martin, Juan Carlos Rulli, Alfio Basile; Joao Cardoso, Humberto Maschio, Cárdenas, Juan José Rodríguez y Humberto Raffo.

El grito de "guerra" y aliento aún resuena en las paredes del eterno cilindro de Avellaneda.." Y, ya lo vé, y ya lo vé, es el equipo de José.."
El golazo del "Chango" Cardenas contra el Celtic