En Junín comenzó el juicio contra Adalberto Cuello, el hombre acusado por la justicia de haber asesinado en noviembre pasado al niño Tomás Santillán, de 9 años, quien era su hijastro, en un hecho ocurrido en la ciudad de Lincoln.

Cuarenta y cuatro testigos, tres audiencias, pruebas de ADN y escuchas telefónicas formarán parte del juicio oral y público y que puede ser un trámite ante la gran cantidad de pruebas que existen contra Cuello.

En aquella jornada fatal del 15 de noviembre de 2011, Tomás salió del colegio y no llegó a su casa, una situación que desató entonces una búsqueda desesperada con unos 400 policías bonaerenses, perros adiestrados y cuadrillas de Defensa Civil.

La búsqueda tuvo el peor final: dos días después el nene apareció muerto, enterrado en un campo.

Cuello enfrenta la acusación de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía". Todas las pruebas apuntan a que mató al chico para vengarse de su ex mujer, Susana Leonor Santillán.

La investigación judicial estableció que Cuello levantó a Tomás a la salida del colegio. Iba en el auto de su pareja, un Fiat Palio Weekend. Y lo mató en un plazo de una media hora.

Después, el padrastro regresó a su casa y subió en su Facebook a las 12.53 horas una foto de su hijo, Juan Manuel (un bebé de pocos meses) que tenía con Susana, la madre de Tomás.

La traumática separación con Susana, la imposibilidad de ver a su pequeño hijo y la mala relación con Tomás estarían entre los móviles del cruel asesinato.