Las tarifas de colectivos y trenes aumentarán un 36 por ciento desde este viernes, aún teniendo la tarjeta SUBE, anunció el gobierno de Cristina Fernández, en un ajuste destinado a paliar el feroz déficit fiscal que acumulan las cuentas públicas a raíz del gasto y de los subsidios.

El encargado de hacer el anuncio fue el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien informó que, con Sube, el boleto de tren pasa de $ 0,70 a $1 (43%) y el de colectivo urbano de 1,10 a 1,50 el mínimo (36%), mientras que el máximo sufrirá un alza de 1,25 a 1,70.

La segunda sección del boleto de colectivos, que saca la mayoría de los pasajeros, se va de $1,25 a $1,75 (40 %) con SUBE. Sin la tarjetita, $3,50.

Sin la tarjeta Sube, todos estos valores costarán el doble.

Habrá -según prometió Randazzo- excepciones para jubilados, estudiantes, ex combatientes y quienes perciban la Asignación Universal por hijo, aunque en este último caso estaría habiendo problemas de instrumentación.

El fuerte aumento rige desde este viernes 21.