La existencia de un mercado paralelo para el dólar no sólo le está provocando dolores de cabeza a millones de argentinos, sino que también parece haber sido el causante de que se derrumbara el sueño xeneize de ver Juan Román Riquelmente vestir de nuevo la camiseta de Boca.
Es que Riquelme habría pretendido arreglar su contrato ajustado al dólar blue, que tiene una brecha superior al 40 por ciento con el oficial, lo cual estaba fuera del alcance de la dirigencia boquense.

“Estoy muy agradecido al presidente, al técnico y a los dirigentes que han intentado convencerme de que vuelva al club, pero les había dicho que iba a ser muy difícil. Es muy linda la vida que tengo. No puedo cambiar mi decisión. A los hinchas de Boca los quiero pero a Boca no vuelvo”, explicó el enganche. Riquelme aclaró que "nunca pedí un contrato de tres años ese día, ni suspendí después unas vacaciones en Cariló, no conozco Cariló, mis vacaciones son en Don Torcuato. Dijeron que ayer me tenía que presentar a una reunión a las tres de la tarde y no era verdad”.

Sobre su futuro, dijo que si tiene “la posibilidad de jugar lo voy a hacer”.

“Si pasa algo que me ponga contento lo voy a pensar y veré qué decisión tomo. Les comunico (a los periodistas) esta decisión para que tengan un poco más de respeto, entiendo que tengan que llenar doce horas de tele. Y les agradezco que estén acá”, cerró. Trascendió que el representante del jugador, Daniel Bolotnicoff, pidió un ajuste en el contrato del enganche, debido al alza del dólar.

En Boca le habrían ofrecido un año más de contrato si gana la Copa y juega el 80% de los partidos. Finalmente, nada se hará. Riquelme le cerró la puerta a Boca.