No hay peor astilla que la del mismo palo. Florencio Randazzo emergió en la política gracias a que el gobernador Daniel Scioli lo nombró en un Ministerio, pero ahora se convirtió en uno de los mayores torpederos políticos en la interna cada vez más evidente en el vasriopinto esquema de poder gubernalmental.

Furioso porque Scioli le dio otro reportaje a Clarín, el ahora ministro del Interior y Transporte de la Nación le advirtió que "no sirven los dirigentes que especulan" y lo desafió a decir en qué no coincide con el kirchnerismo: "Tiene que expresarlo y nosotros sabremos qué hacer", advirtió, tal vez en un intento de apurar una ruptura que parece cantada en el cristinismo.

Siempre dispuesto a agradar a la Presidenta, Randazzo sacó a relucir la verborragia oficial: "Creo que si Scioli tiene diferencias las tiene que expresar. Acá no sirven los dirigentes que especulan. Hay un modelo político económico y social que llevamos adelante. Si Scioli es parte de ese proceso, por lo menos en las cosas más importantes, tiene que acompañar. Y sino tendrá que expresar aquello que piense diferente". La lectura de lo que pretende Randazzo es clara: "O estás no nosotros al 100 % en esta guerra o andate", es la lectura que surge de sus palabras, teniendo en cuenta que para el kirchnerismo la politica debe una lógica de amigo/enemigo permanente, y quienes no tiene el "sí" permanentemente dispuesto para cada andanada presidencial, mejor que se retiren del escenario.

Randazzo sugirió que Scioli "tal vez piense diferente con respecto a la ley de medios, tal vez respecto a la Sociedad Rural, tal vez piense diferente en relación a los monopolios que manejan la Argentina".

"Si piensa diferente a eso, tiene que expresarlo y nosotros sabremos qué hacer", amenazó, sin aclarar a qué se refería.

Las declaraciones de Randazzo son en respuesta a la entrevista que Scioli brindó a Página/12 -diario afín al Gobierno-, pero sobre todo a Clarín, en las cuales manifestó tener "diferencias" con la Presidenta.

"A veces una cosa es el pensamiento de ella y otra el de algunos que quieren sobreactuar", insistió Scioli.

Y reconoció: "Tengo diferencias con Cristina y me llevo bárbaro; tengo diferencias con Karina (su esposa) y hace treinta años que la conozco.