Una tenía 18 años y estaba a punto de dar a luz. Su pareja le pegó un tiro en el ojo. A la otra, el marido la apuñaló 27 veces, celoso porque recibía amigos
En una seguidilla atroz de violencia de género, dos mujeres embarazadas fueron asesinadas brutalmente por sus parejas este fin de semana: una, Rocío, tenía 18 años, y la otra, Andrea, 32. A ambas les faltaba muy poco para dar a luz y fueron asesinadas brutalmente por sus parejas.
Para completar el grave cuadro de violencia de género este fin de semana, una tercera mujer fue atacada por su pareja y se encuentra internada en el Hospital del Quemado con más del 45% del cuerpo con quemaduras.
El primer crimen ocurrió en el barrio de Güemes, de Villa Mercedes en San Luis, donde una joven de 18 años que estaba a punto de dar a luz fue asesinada de un balazo en la cabeza por su pareja, que tenía 22 años, era el padre del bebé y se suicidó.
La víctima fue identificada como Rocío Anabel Bordoña, quien en pocos días iba a dar a luz a un varón, hijo de Hugo Miguel Palacio, quien se quitó la vida de un disparo instantes después del crimen. El bebé no sobrevivió a la herida que recibió la madre.
Allegados a la víctima aseguraron, además, que la joven habría sido golpeada en varias ocasiones por su pareja, además de amenazada de muerte, incluso frente a testigos, lo que habría sido denunciado ante la Policía de Villa Mercedes. Pese a las advertencias, aparentemente no se habían tomado medidas de protección a la mujer. El crimen y suicidio ocurrió en la puerta de la casa de la familia Bordoña, donde la joven vivía con sus hijos, padres y hermanos. Antonio Bordoña, padre de la víctima, contó que escucharon dos disparos y cuando la madre de la joven se asomó vio a la pareja tirada y un arma en el lugar: un revólver calibre 38.
Horas más tarde, en la ciudad de Vera, a 260 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, una mujer de 32 años, embarazada de siete meses, fue apuñalada 27 veces y su marido, un agente penitenciario, detenido. El hecho se produjo alrededor de las 3 de la mañana en una vivienda ubicada en Santa Fe entre 9 de Julio e Hipólito Yrigoyen, donde falleció Andrea Viviana Ortiz.
La hija de la mujer, de 8 años, salió a los gritos pidiendo ayuda y fue asistida por un trabajador que regresaba a su casa. Así fue como los vecinos de la zona llamaron al 911.
La Policía llegó al lugar y se comunicó luego con el esposo de la víctima, el suboficial penitenciario Adrián Vega, de 40 años, que estaba a punto de entrar a trabajar en la Unidad Penal de la localidad de Santa Felicia, a 20 kilómetros de Vera.
Personal de la Policía científica encontró manchas de sangre en el automóvil y la ropa que vestía el marido que pertenecerían a Andrea, informaron fuentes de la fuerza de Seguridad.
Horas más tarde, el hombre se quebró y ante los investigadores confesó haber matado a su mujer con un punzón. Estaba celoso porque cuando él se iba a trabajar en turnos de 24 horas su mujer jugaba a las cartas con amigos.
Anoche discutió con su esposa y se fue a trabajar, pero en uno de los descansos de la guardia, cerca de las 2 de la madruagada, se escapó hasta su casa y allí apuñaló a Andrea 27 veces. Está acusado de homicidio calificado por el vínculo.
En tanto, una joven se encuentra internada en el Hospital del Quemado porteño a raíz de un ataque que sufrió el viernes pasado. Al parecer, tras una discusión, según informó el canal de noticias TN, su novio la habría rociado con alcohol y prendido fuego. Tiene entre el 45 y el 50% de su cuerpo quemado.