El ministro de Defensa, Agustín Rossi, reconoció que la Argentina no participará del ejercicio militar más importante de la región, que se realizará en Brasil y en el que participarían Fuerzas Armadas de toda América, como consecuencia indirecta del miedo a un embargo como el que retuvo a la Fragata Libertad en un puerto de Ghana.

Rossi resaltó que la decisión de no ir al despliegue militar más importante de la región se debe a que el Congreso no llegó a aprobar la ley a tiempo y no “por falta de plata”.

Sin embargo, también reconoció que el Gobierno envió el proyecto al Congreso más tarde de lo habitual.

Según explicó el ministro, desde la retención de la fragata Libertad en África, su cartera tiene "un mayor celo a la hora de la selección de las maniobras en las que participarían militares argentinos". Y ese "mayor celo", agregó, llevó a "tener el proyecto de ley requerido para la autorización de la salida del país de militares y pertrechos más tiempo en el marco del Poder Ejecutivo" y a demorar su envío al Congreso.

“Argentina, para poder sacar tropas, necesita que se construya una ley y tener la aprobación del Congreso. Construimos la ley durante todo el año para pedir la autorización para la totalidad de los ejercicios de este año, de septiembre a septiembre”, explicó.

El ministro, además, se mostró “sorprendido” por la difusión que tuvo en los medios la decisión argentina de no participar de esos juegos de guerra, sobre la que hasta ayer el Gobierno no había dado ninguna explicación formal y oficial.

“Fuimos en 2004 y 2006. En 2008 no tuvimos ley y tampoco en 2010. En 2012 no se hizo porque Brasil tomó la decisión de no hacerlo. A veces hemos participado y a veces no y a nadie le sorprendió, pero en ningún caso fue por cuestiones presupuestarias, para nada”, aclaró.