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Sin tristezas, ni soledades: el final
A la rica historia de San Lorenzo le faltaba una estrella: la Libertadores. Era el sueño de miles de hinchas. Soriano celebra desde el cielo
13 de agosto de 2014
Por Roberto Aguirre Blanco desde la redacción de Asteriscos.Tv

Las vitrinas de la sede de San Lorenzo están pobladas de brillos, copas y títulos, pero ningún hincha azulgrana podía sentir que ese atrio de triunfos estaba completo sin ese intenso objeto de deseo, que fue durante más de cinco décadas tener allí la Copa Libertadores de América.

De nada sirvieron las dos copas internacionales ganadas en el nuevo siglo (La Mercosur 2001 y la Sudamericana 2002) para correr del centro del eje la afrenta de los demás “grandes” de la Argentina que herían con sus cantito para el “Ciclón”, que no tenía no había ganador nunca el preciado trofeo continental.

Y la historia, en estos 55 años no le jugó a favor al “azulgrana”, que en 1960, cuando nacía este torneo internacional, y poco equipos le daban importancia, Peñarol, el primer campeón, eliminó a San Lorenzo en la semifinales al ganarle el partido desempate 2 a 1 en Montevideo, en un choque donde el club de Boedo cedió el terreno neutral por 50 mil pesos de entonces.

Así, el primer club argentino en representar al país en el torneo internacional debió 55 años para dar su vuelta olímpica, mientras los demás grandes Independiente, Boca, River y Racing festejaban sus conquistas.

Tuvo otras oportunidades, pero siempre las semifinales fueron su barrera infranqueable, como en 1973, cuando el equipo del “Toto” Lorenzo fue superado por Independiente, que en esa lustro ganó 4 torneos.

Luego, tras la debacle de los años más ocursos del club con el descenso y la intervención, la pedida del estadio de avenida La Plata y la deuda económica, con un histórico de la entidad como DT, “Bambino” Veira, fue eliminado por Newell’s en las semi de 1988.

El club santo participó en una docena de ediciones de la Copa pero sus sueño se hacía cada vez más difícil, hasta este momento, cuando con una nueva dirigencia con Matías Lammens y Marcelo Tinelli a la cabeza, un entrenador experimentado en copas, como Edgardo Bauza, y un equipo con hambre de campeón, saldó la deuda con sus hinchas y con su propia historia.

A dos años del partido emblemático cuando San Lorenzo ganó la permanecía de primera división a Instituto, con Ricardo Caruso Lombardi, y tras el título del Inicial 2013 con juan Antonio Pizzi, el equipo del “patón” Bauza escribe la página más gloriosa internacional de la entidad.

Se encolumna los nombres de grandes jugadores que la buscaron y se quedaron con las ganas y por allí aparece José Sanfilippo, el lobo Fischer, el Ratón Ayala, Insúa, Ortega Sánchez, Pipo Gorosito, el Beto Acosta entre tantos que sudaron esta camiseta para tocar una Libertadores siempre esquiva.

Hoy, en las calles de Boedo, en el empedrado que Homero Manzi tan bien supo describir, en el bajo Flores donde está la nueva casa, San Lorenzo festeja y respira feliz por un logro ansiado.

Y, en un club con miles de hinchas famosos e ignotos, donde conviven con la misma pasión Tinelli, Susana Giménez o el actor Viggo Mortessen, junto a los hinchas que se reunen en el bar Margot de avenida Boedo o el el Ciclón de avenida La Plata, también hay lugar para los fanáticos que se fueron a vivir la pasión vaya uno a saber donde.

Seguro que desde alguna nube, alguna estrella que se posó esta noche sobre el Nuevo Gasometro, estaba el inolvidable escritor Osvaldo Soriano, un cuervo de ley.

Allí estuvo el querido gordo, con su bandera azulgrana y su gorrito “pochito” festejando a su manera. El mismo tipo que exiliado en los “años de plomo” de la Dictadura, cada domingo se gastaba lo poco que tenía para llamar larga distancia a Buenos Aires, para saber como había salido su querido San Lorenzo.

Festejá gordo querido, este miércoles 13 de agosto de 2014, San Lorenzo gritó ¡Somos campeones de la Libertadores!, es una hermosa noche donde los hinchas ya no están tristes, ni solitarios porque ganaron la final.

¡Salud campeón!