Como consecuencia de la recesión, los argentinos se vuelven más ahorrativos en sus salidas y paseos.

Las ventas de bienes y servicios cayeron 5,8 por ciento durante el fin de semana largo respecto de la misma fecha del año pasado, y los argentinos que viajaron a destinos turísticos gastaron unos 810 millones de pesos. Al menos unas 719.000 personas viajaron desde el viernes y con regreso programado para las últimas horas del lunes, con sus consumos controlados debido a que aún restan varios días para llegar a fin de mes y percibir el nuevo salario.

El feriado tuvo un movimiento similar al año pasado y estuvo acompañado por un clima soleado y temperaturas agradables, lo que empujó a quienes no viajaron a pasear por los parques y plazas de sus lugares de origen.

Si bien el receso de agosto suele ser tranquilo y este año particularmente encontró a las familias con mayores restricciones de ingresos, la fecha fue mejor de lo esperado por los comerciantes, dijo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en un comunicado.