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25 de abril de 2024
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Conurbano: 1,3 millones de chicos son pobres
Más de un 42% de los jóvenes de menos de 18 años en el Gran Buenos Aires son pobres y de ellos 290 mil son indigentes. Crece la pobreza según un informe de la UCA
10 de septiembre de 2014
El 42,6% de los chicos y adolescentes del conurbano bonaerense están en la pobreza y el 9,4% sufre indigencia, ya que en sus casas no hay ni siquiera recursos para la alimentación básica, según un informe revelado por la Universidad Católica Argentina.

Traducidos los índices, en el conurbano hay 1,3 millones de chicos de hasta 17 años que son pobres. De ellos, 290.000 son indigentes.

Así lo indican los resultados de la encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013, que presentará hoy la Universidad Católica Argentina (UCA) y que muestra que en los últimos dos años, como consecuencia de la suba de precios y del menor nivel de actividad económica, se agravó la situación de la niñez.

Según se estima, la tendencia al crecimiento de la pobreza infantil seguiría este año por causa de la inflación y de la caída de fuentes laborales, que afectan principalmente a las familias con mayor grado de vulnerabilidad.

En el total de la población urbana del país -el relevamiento de la UCA abarca 5700 hogares de 19 áreas urbanas-, la pobreza entre los menores de 18 años está estimada en 38,8%, contra el 37,2% de 2012. Así, unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes.

En la población urbana total, la pobreza llega al 27,5%, según el mismo trabajo.

En el conurbano, en 2012 los niños sumergidos en la pobreza eran el 42%, un índice seis décimas inferior que el de la medición más reciente. El aumento es más pronunciado en comparación con 2011, cuando la tasa alcanzó el 38,5%. Ese año se había registrado una baja significativa, como efecto de la extensión del pago de la asignación universal por hijo (AUH). En 2010 el índice era de 47,3%. Pero los números ya muestran ahora un deterioro por segundo año consecutivo.

En la ciudad de Buenos Aires, la pobreza y la indigencia infantil se ubican en el 18,9 y en el 3,4%, respectivamente, con leves alzas respecto de 2012.

Para estimar los índices de pobreza, la UCA compara los ingresos declarados en los hogares con el valor de una canasta de bienes y servicios, a la cual se asignó para 2013 un valor de $ 4142 en el caso de una familia de cuatro personas (dos adultos y dos niños). Para la indigencia, el valor de la canasta fue de $ 1982.

La tendencia a un aumento de la pobreza medida por ingresos se ve agravada por la persistencia de elevados niveles de pobreza estructural, es decir, de la que no se mide por la suficiencia o no de los ingresos para acceder a determinados productos sino por las condiciones de vida y vivienda.

En el conurbano, el 27,2% de los chicos tiene necesidades básicas insatisfechas (NBI), un índice que en este caso tuvo una leve mejora respecto de los tres años previos.

Eso significa que en el hogar se da al menos una de las siguientes situaciones: hay tres o más personas por cuarto; la vivienda es precaria; algún miembro menor de 12 años no va a la escuela; o hay cuatro o más integrantes por cada ocupado en coincidencia con que el jefe de familia sólo tiene nivel educativo primario.