San Lorenzo no consigue levantar cabeza luego de ganar la Copa Libertadores. Esta vez, cayó 2-0 ante Tigre en el Nuevo Gasómetro. El Matador ganó con goles de Lucas Wilchez, a los 29 minutos del primer tiempo, y el colombiano Sebastián Rincón, hijo del célebre jugador cafetero, a los 33 del complemento.

El equipo que dirige Edgardo Bauza volvió a mostrar carencias de tres cuartos de cancha hacia adelante y sigue sintiendo la ausencia de futbolistas como Ignacio Piatti y Angel Correa, quienes le daban otra dimensión en el primer semestre del año.

Arrancó mejor el equipo azulgrana frente a un adversario que vino a jugar en su campo y esperar su oportunidad para lastimar de contraataque. Estuvo cerca el Ciclón de movida. A los 14 Néstor Ortigoza habilitó a Gonzalo Verón, quien, mano a mano con Javier García, estrelló la pelota en la base del poste derecho. Pero poco a poco el flamante campeón de América fue perdiendo las riendas del encuentro. Y Tigre no desaprovechó la oportunidad.

A los 29, una desconcentración defensiva derivó en el gol de Wilchez, quien capitalizó un centro de Martín Galmarini tras un mal cálculo de Julio Buffarini cuando se aprestaba a despejar. San Lorenzo perdió confianza y a partir de entonces y hasta el final de la etapa generó poco y nada. En el segundo tiempo, contó con algunas chances para igualar pero no fue eficaz. Entonces, a los 33 minutos, apareció Rincón y selló el resultado definitivo.