Tras el susto por una infección intestinal, la presidenta Cristina Kirchner fue dada de alta luego de permanecer una semana internada en el Sanatorio Otamendi y ya se sigue recuperando en la Quinta Presidencial de Olivos.

Allí deberá cumplir un reposo de 10 días por su cuadro de sigmoiditis. Un escueto parte de la Unidad Médica Presidencial informó que la presidenta "presenta buena evolución" y continuará con "tratamiento antibiótico, dieta especial, reposo y control evolutivo en la Residencia de Olivos".

Confirmaron que está contraindicado que viaje "por diez días", por lo que no irá a la Cumbre del G-20 que se desarrollará en Australia el 15 y 16 de este mes. Allí, en representación del Gobierno estarán el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el canciller, Héctor Timerman. Por su cuadro, Cristina tampoco podrá trasladarse a su residencia en El Calafate.

La Presidenta había ingresado al Sanatorio Otamendi el domingo pasado con 39 grados de fiebre y molestias en el estómago. Luego de varios estudios, se confirmó el diagnóstico de sigmoiditis.

Desde el momento de la internación, la información sobre el problema que padece fue manejada con hermetismo y sólo hubo breves partes médicos. En el de ayer se citaba "una buena evolución clínica e imagenológica", pero no había ninguna referencia a su posible alta.