Lucas Azcona, sospechoso de ser el autor material del crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez, quedó muy complicado tras comprobarse que era su sangre la hallada en la escena del crimen.

El ADN del joven se cotejó con cuatro muestras de sangre y dio positivo.

El juez de la causa, Luis Zelaya, recibió el informe con el detalle de las muestras de sangre y prepara su procesamiento.

Trascendió que el joven está siendo monitoreado constantemente por el servicio penitenciario federal.

Un médico forense concluyó que la joven chilena fue asesinada de 11 puñaladas y fue atacada de frente.

Azcona, de 22 años, fue entregado a la Justicia por su padre el domingo último, cuando dijo reconocer a su hijo en las imágenes de las cámaras de seguridad del día del crimen.

El hombre contó que Lucas le confesó a su hermana que había matado a Nicole, aunque ante el juez Zelaya el acusado se negó a declarar y quedó detenido.

Nicole tenía 21 años, era chilena y estudiaba periodismo. Fue asesinada a metros de la entrada de su departamento, cuando volvía de bailar.

La joven se bajó en la estación "Castro Barros" de la línea A de subtes y fue acuchillada en Don Bosco al 4200.

Las cámaras de seguridad detectaron que el agresor fue una persona de mediana estatura y tez blanca, y llevaba un gorro que no permitió identificarle la cara.