El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, intentó desmentir esta mañana cualquier gestión y renovó las descalificaciones contra los magistrados, a quienes acusó de "interferir en el normal desenvolvimiento del Estado".

Fernández, nuevo funcionario preferido de la Presidenta, trató de plantear una supuesta división entre jueces y fiscales que "han hecho un trabajo encomiable" y otros que, a su juicio, querrían "jugar a la política y tratar de gobernar cuando no les corresponde". En tren de diferenciación, Aníbal Fernández consideró que unos "merecen respeto, consideración y reconocimiento", mientras que a los otros les exigió que "vuelvan a su cauce y se dediquen a lo que tienen que dedicarse".

El choque entre amplios sectores del Poder Judicial con la administración de Cristina Kirchner se acrecentó el año pasado, con la apertura y avance de muchas causas por corrupción, pero adquirió un giro dramático cuando, a mediados de enero, irrumpió la perturbadora muerte política de Alberto Nisman.

Cruces de acusaciones, resoluciones adversas y la marcha del 18F, y más intercambios de descalificaciones. Hasta que, emisarios de las entrañas del poder tuvieron contacto con jueces y fiscales a fin de urdir una tregua perentoria, al menos hasta el 10 de diciembre. Esas vaporosas gestiones políticas habrían encontrado esta mañana un shock de realidad cristinista.

No solo fueron desmentidas, sino que, de un mismo golpe, el jefe de Gabinete desautorizó cualquier acercamiento y reforzó las posiciones en las que está atrincherado el kirchnerismo ante el paso indomable de los jueces.

Para Aníbal Fernández, se trata de una "torpeza" la versión que indicaba que el Gobierno estaba negociando un "pacto" con jueces hasta el final de la gestión de Cristina. "Me parece una torpeza. Hay muchísimo jueces, juezas, fiscales, que han hecho un trabajo encomiable y que merecen tenerles respeto y consideración y hacerles un reconocimiento", señaló.

En su charla habitual con los medios antes de ingresar a la Casa Rosada, el funcionario cuestionó al "grupo chico (de jueces y fiscales) que se destaca por querer jugar a la política y tratar de gobernar cuando no les corresponde", y pidió que "vuelvan a su cauce y se dediquen a lo que tienen que dedicarse". Fernández respondió así a las versiones periodísticas que indicaban que el Gobierno estaba negociando con jueces y fiscales federal un "pacto" para sellar "una tregua" hasta el 10 de diciembre, cuando se concrete el cambio de mando presidencial.

El ministro coordinador habló del "grupo chico" de jueces y fiscales "que se destacan por querer jugar a la política y tratar de gobernar cuando no les corresponde". En ese sentido, afirmó que "merecen ser mencionados tantas veces como sea posible, y que la sociedad conozca quiénes son los que interfieren en el normal desenvolvimiento de la República".

"Lo importante es que estas personas vuelvan a su cauce y se dediquen a lo que tienen que dedicarse, pero que no se mezcla una cosa con la otra", aseveró..