El papa Francisco condenó con dureza los ataques terroristas que dejaron más de 130 muertos en Francia, país que inició una cacería de enormes proporciones para dar con los responsables aún prófugos, mientras que 8 atacantes fueron abatidos.
En su Angelus dominical, Francisco calificó de "blasfemia" el uso de la religión para justificar atentados terroristas.

Francisco advirtió qeu no se puede utilizar el nombre de Dios para justificar el camino de la violencia.

"Tanta barbarie nos deja conmocionados y uno se pregunta cómo el corazón de un hombre puede planear y realizar cosas tan terribles, que han golpeado no sólo a Francia sino al mundo entero", afirmó.

Ante decenas de miles de peregrinos, el Papa dijo: "Quiero reiterar enfáticamente que el camino de la violencia y del odio no resuelve problemas".

En vista de estos "actos insoportables", es necesario condenar enérgicamente este "ataque contra la dignidad del ser humano", insistió Francisco.

También les expresó su "solidaridad fraterna" al presidente francés y a los ciudadanos de ese país.

"Estoy especialmente muy cerca de los familiares de los que han perdido su vida y de los heridos", manifestó.