El Gobierno de Ecuador anunció el domingo que el número de muertos por el terremoto subió a 233, mientras que un organismo de seguridad informó que se han contabilizado 1.557 heridos. El mandatario Rafael Correa, quien se encuentra de regreso desde el Vaticano, publicó en su cuenta de Twitter que la "cifra oficial de fallecidos sube a 233", mientras que la Subsecretaría de Gestión de Riesgos destacó que el número de heridos llegaba a 1.557.

La noche del sábado se produjo un potente sismo de 7,8 grados en la costa central de Ecuador que ha dejado daños severos en las poblaciones de Pedernales, Portoviejo y Manta.

Según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo se registró a las 18:58 hora local, con epicentro en la costa noroeste del país sudamericano y a una profundidad de 10 kilómetros.

"Fue como que se iba a terminar el mundo. Las casas se vinieron abajo, los postes de luz se han caído, la gente está en total desesperación y hay gente sepultada bajo los escombros", contó Míriam Santana, una ama de casa de 40 años, en declaraciones a la AFP desde la ciudad de Manta, una de las más afectadas. El vicepresidente Jorge Glas dijo que el terremoto fue el más fuerte que ha sacudido al país desde 1979 y advirtió de que se prevé que la cifra de fallecidos va a aumentar en las próximas horas.

El Instituto de Geofísica de Ecuador había calculado en un principio el evento con una intensidad de 6,5, pero luego modificó su apreciación y precisó que el epicentro fue frente a las costas de la provincia de Manabí. Según el Instituto Geofísico de Ecuador, los mayores daños se registraron en las zonas de Perdernales y Cojimiés.

El vicepresidente indicó que en las próximas horas se dará una evaluación general desde un centro de comando en Quito, aunque adelantó que se ha empezado una evacuación de la zona costera de las provincias de Esmeraldas, Santa Elena, Manabí, Guayas y Los Ríos "por precaución" y que se ha decretado el estado de emergencia en esas regiones.