En el Tedeum, o canto de acción de gracia, en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, le pidió al gobierno redoblar esfuerzos para atender las necesidades de los sectores más pobres.

Poli habló, delante del presidente Mauricio Macri y todo su gabinete, y dijo que "la palabra de Dios impulsa al hombre a construir un mundo más justo y habitable". "El Señor hizo docencia tomando distancias de los mesianismos políticos", aseveró Poli.

"Si pensamos en el hermano, siempre se construye", aseveró. Y sumó: "La Patria es una tarea de todos".

Frente a Macri, la Iglesia pidió "no perder la sensibilidad y redoblar el esfuerzo por nuestros esfuerzos y servicios por los más pobres". Poli señaló que "le pedimos al Señor: 'Danos espacio para construir el diálogo'", y dijo: "Que no nos paralicen las estadísticas, que no perdamos la sensibilidad de escuchar".

"La atención debe priorizar a nuestros niños y abuelos más vulnerables", dijo Monseñor Poli. El obispo de confianza del Papa Francisco abogó por el diálogo: "No permitamos que las promesas desalienten a la gente", reclamó durante el Tedeum, y pidió crear mesas de diálogo de las que "nadie se levante hasta encontrar acuerdos duraderos".

Macri ingresó a las 10.54 a la Catedral metropolitana, para asistir al tradicional Tedeum por el 25 de Mayo que ofició el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli.

El mandatario caminó hasta el lugar desde la Casa Rosada, tal como el 10 de diciembre, cuando asumió el cargo, acompañado por la vicepresidenta Gabriela Michetti y su gabinete.

La última vez que un jefe de Estado participó en la ceremonia religiosa por el 25 de Mayo en la Catedral metropolitana fue en 2014, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.