Para la CGT, el paro fue "contundente en todo el país", mientras que para las dos CTA alcanzó un nivel de acatamiento del 90 por ciento.

La falta de transporte público fue decisiva para que millones de trabajadores se quedaran en sus casas y las calles y avenidas aparecieran desiertas.

Hubo seis detenidos y cuatro heridos tras los enfrentamientos en el piquete de la Panamericana.

Mauricio Macri, al inaugurar el Foro Económico Mundial, lanzó una ironía: "¡Qué bueno que estamos acá trabajando!".

Casi a la misma hora que el Presidente inauguraba el "Mini Davos", la CGT brindó una conferencia de prensa y habló de un "alto acatamiento" a la medida de fuerza.

"Ha sido una medida contundente en todo el país", señaló el dirigente Jorge Sola.

El secretario de Prensa y Comunicación de la central obrera dijo que el objetivo es "llamar la atención para que el Gobierno cambie su manera de actuar en la política económica que está llevando adelante".

Además, remarcó que desde la central están prestos al diálogo para encontrar soluciones a los trabajadores. Y dijo que el paro no tiene "fines electorales" y cuestionó que el Presidente haya hablado de "mafias" en el interior de las centrales sindicales.

Pero por ahora el gobierno rechaza de plano sentarse a discutir la política económica con los gremios.

Sola replicó al Gobierno al asegurar que el paro general convocado por la central obrera "no es una extorsión", aunque reconoció que la medida tiene "un fin político" porque apunta a que "cambie la política económica".

Al tiempo que cuestionó tanto a Macri por hablar de "mafias" en los sindicatos, como al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, por decir que la huelga nacional "esconde un mecanismo extorsivo", y aseguró que esas expresiones contribuyen a "ampliar la grieta" en la sociedad.

En una conferencia de prensa brindada en la sede de la central obrera, el dirigente llamó a Macri y su ministro de Trabajo a "sobrevolar las tensiones" y a no profundizar las divisiones entre los argentinos.

Respecto de la polémica por los cortes en el marco de la medida de fuerza, el dirigente gremial sostuvo que "la medida de fuerza es contundente más allá de los piquetes, que pertenecen más a partidos políticos que a compañeros que protestan".

Por su parte, Pablo Moyano pidió al ministro de Trabajo llamar a "una mesa de diálogo en serio", en lugar de criticar la medida gremial.

Pidió al Gobierno "llamar inmediatamente a una mesa de diálogo en serio, y no como este año, que era para la foto".