Desde hace algunas semanas se escucha en canchas y recitales un agresivo canto dirigido al presidente Mauricio Macri, que ya se convirtió en himno de ultrakirchneristas, militantes de izquierda y todo aquel que haya sido perjudicado por las políticas de ajuste que viene implementando Cambiemos tras el desaguisado cometido por Cristina Kirchner durante ocho años.

Dicen que el jefe de Estado le molesta muchísimo el insistente canto que reza: "Mauricio Macri la puta que te parió" repetido hasta el hartazgo por grupos cada vez más numerosos cuales orcos salidos de "El Señor de los anillos"...

Cerca del macrismo le apuntan al árbitro Silvio Trucco, quien el domingo 4 de febrero cometió gruesos errores en contra de San Lorenzo en su partido contra Boca. Ese día, que ya es "historia", la hinchada "Santa" bramó contra el presidente, confeso fanático del club xeneize.

La conclusión era simple: Macri favorece a Boca y usa su poder para que los arbitrajes favorezcan al equipo xeneize, que tiene enormes chances de ser campeón en este torneo.

Pero cuando parecía que ese canto de guerra quedaría limitado al fútbol, con el correr de las semanas ocupó escenas de otros deportes, como el básquet, o hasta de la vida cotidiana: se entonó desde en el andén de un subte o hasta en un cacerolazo espontáneo en una esquina porteña.

El después conocido como "Mauricio Macri, LPQTP", pareció consolidarse como el lenguaje unificado de los ciudadanos opositores contra la gestión del gobierno.

¿Pero, dónde empezó todo?

La canción original surgió del músico argentino Raúl "Sheriko" Fernández Guzmán y la melodía responde al nombre de "Es tiempo de alegrarnos", toda una paradoja.

La canción fue compuesta en 1973 para celebrar el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina. Pero fue editada recién en 1975, cuando el general había fallecido y el país se encaminaba hacia el desastre de la oscura dictadura.

"¡Toquen trompetas y maracas al compás Suenen los pitos y las palmas sin cesar!

Cantemos todos, la tristeza hay que olvidar

La vida pasa no te pongas a llorar

Veo mi pueblo

que otra vez vuelve a reír

Es mi país

que ha comenzado a revivir

Atrás quedaron las tristezas y el dolor

Vuelven los días de dicha y felicidad

No te detengas y alegrá tu corazón

Vení conmigo, quiero verte sonreír

Dame tu mano y empecemos a correr

Después de un rato me darás tú la razón".

Las estrofas de la canción estaban acompañadas por sonidos de trompetas, percusión y se amoldaba al espíritu festivo de la mayoría de los temas bailables de la década del '70.