El gobierno de Donald Trump ordenó este lunes la expulsión de 60 diplomáticos y agentes de inteligencia rusos de Estados Unidos. Es en respuesta al intento de asesinato en Londres del exespía ruso, Serguéi Skripal, a principios de este mes, por el cual Occidente culpó al gobierno de Vladimir Putin.

La medida contempla también el cierre del consulado ruso en la ciudad de Seattle, Washington, y servirá además para "enviar un mensaje claro a los líderes rusos", para aumentar la seguridad nacional y para reducir la capacidad de espionaje del Kremlin, señalaron fuentes del Gobierno en una rueda de prensa telefónica.

"Estas acciones dejan en claro a Rusia que sus acciones tienen consecuencias", dijo un alto funcionario del gobierno norteamericano en una conferencia telefónica con periodistas.

Al mismo tiempo que Estados Unidos, otros 14 países de la Unión Europea expulsaron a ciudadanos y diplomáticos rusos de sus países. Entre ellos, Ucrania, República Checa, Dinamarca, Noruega, Lituania, Letonia, Polonia, Italia, Francia y Alemania.

Los rusos y sus familiares tendrán siete días para dejar el país. Las fuentes oficiales indicaron que 48 funcionarios pertenecen a la embajada de Moscú en Washington, y otros 12 a la misión ante las Naciones Unidas, en Nueva York.