El 3 de abril de 2016, la ciudad de La Plata sufría la peor inundación de su historia, con un saldo de 89 muertes comprobadas y 16 dudosas, según determinó el juez Luis Arias, como consecuencia de los más de 200 milímetros de agua caídos esa noche.

La cifra fue la única con certeza judicial, pero el número puede haber sido mayor, dado que el gobierno de Daniel Scioli decició "cerrar" el conteo en 52 una semana después de la tragedia.

A cinco años, todavía quedan 46 cuerpos en la Morge Policial de La Plata. "Se encuentran judicializados" por la causa que se abrió en ese momento para precisar el número de víctimas, por lo que "no se puede disponer de ellos, pese a que entendemos que eran anteriores a la inundación", informan en el Ministerio de Seguridad de la Provincia.

Esos 46 cuerpos quedaron "atrapados" en un expediente judicial iniciado por el juez Arias, ante el conjunto de irregularidades que detectó en la identificación y tratamiento de los cadáveres en la Morgue de la Policía.
"Hubo reclamos de las familias a Arias, y una cantidad de cadáveres fueron entregados en su momento. Los que no fueron reclamados, quedaron inmovilizados en la Morgue", explican en la cartera que conduce Cristian Ritondo.

"Yo ya dicté sentencia en marzo de 2014, y advertí en ese momento sobre las fallas en el proceso de identificación los cuerpos en la Morgue Policial. No deberían ser víctimas de la inundación. La Policía no sabe qué hacer con ellos y le echa la culpa a la Justicia", aseguró el magistrado.

Un informe de la Superintendencia de la Policía Científica de la Bonaerense determinó que 18 cuerpos permanecen sin ser identificados (12 masculinos y 6 femeninos), ya no están conservados en frío y se encuentran momificados o esqueletizados. Además, hay otros cuatro paquetes con restos humanos, precintados por Gendarmería Nacional, ocho fetos, y nueve bultos detallados como material biológico que contendrían visceras humanas.

Arias también advierte sobre las fallas estructurales de la morgue judicial para alojar cuerpos. "No estaban garantizadas ni la seguridad ni la trazabilidad de los cadáveres, por lo cual no se podía conocer fehacientemente su destino, y ni siquiera las condiciones de preservación de los cuerpos".

Tras cinco años de la tragedia que sumergió a la Ciudad de La Plata, aún los 46 cuerpos esperan que la Justicia o el Ministerio de Seguridad resuelvan su destino.