El Congreso convirtió en el proyecto de Mercados de Capitales, conocido también como de "financiamiento productivo", que era reclamado por el presidente Mauricio Macri para seguir buscando confianza entre los agentes económico y avanzar en un menor intervencionismo estatal.

La iniciativa, considera clave por el gobierno para que la Argentina pueda subir de mercado de frontera a emergente entre las categorias que da el sistema financiero y así tener más chances de recibir inversiones, fue aprobada con 158 votos a favor, 70 en contra y cuatro abstenciones.

En medio de un complejo escenario financiero, que obliga a pedirle plata al FMI, el Parlamento aprobó esta reforma considerada prioritaria por los mercados.

Incluso, la aprobación de este proyecto, denominado "Financiamiento Productivo", había sido reclamada por Macri en la Asamblea Legislativa.

La iniciativa incluye instrumentos para facilitarle a las PyMEs el acceso al crédito.

Pero un punto que interesaba a los mercados es que la ley suprime el artículo 20 de la actual Ley de Mercado de Capitales, impulsado por el kirchnerismo en el 2013, que le otorgaba a la Comisión Nacional de Valores (CNV) la facultad de designar veedores con poder de veto en los directorios de las empresas.